La Generalitat lo ha vuelto a hacer. Una vez más, y ya van al menos ocho, el pleno del gobierno valenciano decidió ayer aumentar la inversión en en la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) inyectando en ella 73.648.000 euros. Esta nueva ampliación del capital social de Cacsa se realizará a través de la emisión de 18.412 acciones normativas de 4.000 euros cada una.

Con esta operación, el dinero invertido por la Generalitat en ampliar el capital social de Cacsa, destinado a compensar pérdidas, supera los 719,7 millones de euros desde 1999. Al margen, el dinero invertido en la obra por el Consell ha pasado de los 328 en el proyecto inicial diseñado por el PP a más de 1.400 millones en la actualidad. Esta cifra supone un incremento del más del 300%, superior al proyecto impulsado por Eduardo Zaplana en 1996 a partir del complejo planificado por el Gobierno de Lerma. Sin embargo, esta cuantía original se convirtió pronto en papel mojado, pues el presupuesto fue ampliado de forma constante casi desde el comienzo de las obras.

Ya en 1999, cuando los únicos edificios finalizados de la actual Cacsa eran l'Hemisfèric y el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, se suscribió un convenio entre la Generalitat y la mercantil pública por el cuál la Administración valenciana se comprometía a garantizar el funcionamiento del complejo. Ese mismo año se llevó a cabo una ampliación del capital social de 3.000 millones de pesetas, cerca de 18 millones de euros. La iniciativa fue repetida en cada ejercicio desde 2004 hasta 2008 con inyecciones de capital de entre 105 y 116 millones de euros a través de acciones. Hasta la decisión tomada ayer por el ejecutivo, la última transferencia económica se había producido en julio de 2010, cuando el pleno del Consell autorizó una ampliación del capital social por valor de 73,6 millones, el mismo importe que se anunció para este ejercicio. Además, en el pleno celebrado ayer, el Consell aprobó modificar el artículo 7 de los Estatutos sociales de la mercantil, elevando el capital social en igual cantidad a la ampliación de capital acordada.

Un proyecto basado en los sobrecostes

Tras más de una década de obras, las obras de la Ciudad de las Artes y las Ciencias parecen estar llegando a su fin y todos los edificios e infraestructuras que lo forman presentan un importante sobrecoste individual. Uno de los espacios cuyo presupuesto se disparó durante el proceso de construcción fue el Ágora que pasó de 41,3 millones a 67,2. También registraron un elevado sobrecoste l'Oceanogràfic, que costó 125 millones más de los 38,9 planteados en un principio y el Palau de les Arts, que costó casi cuatro veces más de lo previsto, pasando de 106,8 millones a 382. Por su parte, el Museo Príncipe Felipe sufrió un sobrecoste del 141,5%, mientras que l'Umbracle registró un aumentó en su presupuesto del 121,1%