La protesta de los manifestantes del 15 de mayo ante el pleno de constitución de las Corts Valencianes acabó ayer a mediodía con una carga policial que se saldó con, al menos, 18 heridos, entre ellos el diputado de Compromís Juan Ponce, una decena de «indignados» y ocho agentes de la policía nacional, esta cifra según la delegación del Gobierno. Los concentrados, que increpaban a los políticos que accedían al hemiciclo, lanzaron cánticos durante toda la mañana contra la corrupción en la vida pública.

Los manifestantes del 15-M habían anunciado protestas ante la constitución de las nuevas Corts Valencianes que se iniciaba a las 10.30 horas. En la madrugada de ayer un centenar de personas ya se encontraba frente al Palau dels Borja tras pasar la noche en sacos de dormir. A las 7 de la mañana la policía nacional desalojó pacíficamente a este grupo de «indignados» con la premisa de que no podían permanecer frente al parlamento valenciano. Seguidamente los agentes montaron a instancias de la Delegación del Gobierno un «perímetro de seguridad» alrededor de las calles adyacentes al edificio de las Corts y de los grupos parlamentarios, de reciente construcción. Un fuerte dispositivo de antidisturbios evitaba la entrada de personas a estas calles sin previo permiso policial. Esta actuación motivó la primera fricción entre manifestantes y agentes.

Los concentrados del 15-M cercaron los dos edificios de las Corts y taponaron todas las entradas por las calles adyacentes fuertemente vigiladas por la policía. Los «indignados» increpaban a los políticos más conocidos a su llegada a la zona como fue el caso del exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, o el director general de RTVV, José López Jaraba. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, contra quien iban dirigidas la mayoría de las críticas no tuvo que escuchar los gritos de los manifestantes puesto que no fue detectado ni a la entrada ni tampoco a la salida.

Durante toda la mañana, una pequeña manifestación de «indignados» daba vueltas al perímetro mientras otros jóvenes hacían guardia en las bocacalles a la espera de algún político al que pedirle explicaciones. Los manifestantes del 15-M dedicaron cánticos como «bote, bote, bote, corrupto el que no bote», «molta corbata y molt poca vergonya», «fuera corruptos de las instituciones» o «fuera mercaderes de nuestro templo», en referencia a las Corts Valencianes.

Sobre las 11 de la mañana, un grupo de unas 200 personas cortaron la calle Conde Trénor, marginal derecha del viejo cauce a la altura de la Casa de los Caramelos. Durante dos minutos evitaron la circulación del tráfico lo que provocó una pequeña cola. Varios agentes de la policía nacional desalojaron pacíficamente a los manifestantes hasta sólo cortar la mitad del vial. Una hora después la circulación de los vehículos era fluida y sin ningún enfrentamiento entre agentes e «indignados».

Manifestantes y policía mantuvieron una relación bastante pacífica hasta las 13 horas, cuando se produjo la carga que duró unos pocos minutos pero que empañó toda la mañana de protestas y la propia actuación de los antidisturbios. Al parecer, varios agentes salieron del cerco policial para identificar a un joven que fue detenido por insultarles. Esto provocó las críticas de los manifestantes que subieron de tono después de que un policía empujara a una mujer y ésta cayera al suelo produciéndose un corte en el labio.

En ese momento empezó un forcejeo entre algunos de los manifestantes y la policía, que golpeó con las porras a varias personas. De esta andanada un joven de 29 años acabó con un brecha de varios centímetros en la cabeza, una mujer de 55 años fue trasladada al Hospital Clínico de Valencia con contusiones en la cara y la cabeza y el diputado de Compromís Juan Ponce, que según explicó había salido a acompañar a sus familiares a coger un taxi, con un fuerte golpe en el brazo.

Por su parte, la policía cifró en ocho el número de agentes heridos tras el enfrentamiento. Uno de los agentes heridos fue trasladado a un hospital al presentar un corte en la cara como consecuencia del lanzamiento de unas tijeras que le habían impactado, según las mismas fuentes. Las autoridades detuvieron a cinco personas en relación con los hechos y las trasladaron a la comisaría de Zapadores. Unos 2.000 «indignados» se manifestaron ante la comandancia por su liberación.