El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, vio cumplida ayer una de sus más ansiadas aspiraciones: liquidar por completo la herencia de su antecesor Eduardo Zaplana. El último bastión del zaplanismo en Alicante, el todavía presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, no repetirá mandato al frente de la institución. Finalmente, el presidente provincial del PP, acorralado por la estrategia de la dirección regional y abandonado a su suerte por Génova que finalmente decidió no intervenir en el conflicto interno del PP valenciano, renunció a presentar ante la Junta Electoral Provincial la lista copada por sus afines y aprobada el pasado lunes por el partido. De este modo, la única candidatura que se formalizó por la comarca de L'Alacantí fue la encabezada por la alcaldesa de San Vicente del Raspeig, Luisa Pastor, que no incluía el nombre de Ripoll. La lista fue apoyada por el 70 por ciento de los concejales de la comarca.

Eso sí, la defenestración de Ripoll no desatará un cisma en Alicante. Aunque un sector del ripollismo había amagado con rebelarse votando al candidato del PSPV en la diputación si finalmente su jefe de filas era apartado, ambos bandos negociaron un reparto de diputados en la institución que evitará la ruptura total. Ripoll, a quien la dirección regional había ofrecido varias salidas, logrará mantener un cuota de afines, entre siete u ocho diputados. Respecto a su futuro, mantuvo silencio. La dirección regional le ha puesto encima de la mesa varias salidas, entre ellas, un puesto de senador territorial o de diputado en las elecciones generales, pero Ripoll se resiste a irse a Madrid.

Destino: puerto de Alicante

Todo apunta, según las fuentes consultadas, a que aceptará otro de los destinos ofrecidos, el de presidente del puerto de Alicante. Aunque en principio se mantendrá al frente del partido y pretende conservar su acta de concejal, su salida de la institución supone el paso definitivo para que Francisco Camps se haga con el control de la organización en Alicante, la única que se le había resistido hasta ahora.

Su triunfo a nivel interno le llega a Camps casi nueve años después de que Eduardo Zaplana diera el salto a Madrid y lo nombrara sucesor, si bien con el deseo de seguir controlando el partido con mando a distancia. Eso sí, paradójicamente, el momento de mayor fortaleza interna del jefe del Consell coincide con el de su mayor debilidad política por su imputación en la causa de los trajes.

El fin de Ripoll se escenificó a las 18 horas, hora en que la Junta Electoral Provincial había citado al PP para la votación de la lista, aunque seguramente se sentenció mucho antes cuando la dirección nacional optó por dar manos libres a la dirección regional. Al acto asistieron los cinco miembros de la lista de Pastor, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, junto con ediles del consistorio alicantino y del resto de la comarca, mientras que por la parte de los afines a Ripoll sólo estuvo presente el alcalde de Mutxamel y miembro de su lista, Sebastián Cañadas.

Tras consumarse la victoria campsista, la alcaldesa de Alicante explicó a los medios de comunicación que no había sido necesario someter a votación la lista porque era la única presentada. Castedo hizo un llamamiento "a partir de ahora" a la unidad del partido en Alicante. "El PP es integrador", manifestó, al tiempo que abogó por que "nadie pueda hablar de ningún tipo de fisura". "Aquí el único objetivo que tenemos es el partido", indicó. Sobre el futuro de Ripoll, Castedo ha subrayó que en el PP "nunca se ha dejado a nadie fuera, todo el mundo que se quiere integrar".

Pastor: "No me veo como nada"

También se dirigió a los medios de comunicación, Luisa Pastor, la candidata de Camps para sustituir a Ripoll en la diputación. Pastor, viuda del conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, deseó que "todos los municipios de la comarca de l'Alacantí se sientan perfectamente representados". Además, expresó su voluntad de "llevar adelante políticas comunes". "Al final todos formamos parte de un mismo equipo y es lo que en estos momentos tenemos que estar contentos de estar perfectamente representados", manifestó.Preguntada sobre si esta jornada supone un antes y un después en el PP alicantino, ha dicho que es "una fecha más" y no quiso pronunciarse sobre su posible futuro como presidenta de la diputación. " Yo no me veo como nada", declaró. "En estos momentos me veo como diputada de l'Alacantí, y cuando ya estén todas las comarcas elegidas, ya veremos", manifestó.

Antes de este acto, la Junta Electoral había desestimado dos recursos presentados por los populares afines a Ripoll para aplazar la elección de diputados. Alegaban que primero se debía resolver la impugnación de dos mesas electorales en Torrevieja.

Castedo también

le castiga y le deja

sin delegación

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, dejó ayer sin delegación ni responsabilidad de área al edil y presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll, que iba de número dos en la lista. Tampoco han obtenido delegación Juan Zaragoza, así como la concejala María del Carmen de España Menárguez, quien al ser elegida diputada provincial no asumirá competencias municipales.

El anuncio del reparto de delegaciones del Grupo Popular en el consistorio alicantino, formado por 18 representantes, se produjo minutos después de conocerse que Ripoll no repetirá mandato en la Diputación.

Castedo asume las áreas de Turismo y Playas, mientras que el primer teniente de alcalde, Andrés Llorens, dirigirá Presidencia de Alcaldía y Atención Urbana. Como segundo teniente de alcalde figura Marta García-Romeu, que será la portavoz del equipo de Gobierno y tendrá las competencias de Urbanismo, mientras que el tercer teniente de alcalde, Juan Seva, dirigirá Recursos Humanos, Hacienda, Seguridad, Tráfico y Transportes. El resto de concejales asumen el resto de las competencias.