A principios de los 90, antes de presidir la diputación, a Carlos Fabra se le conocía en los círculos político-periodísticos de Castelló con el sobrenombre del "sheriff del condado" por su imagen y su condición de concejal de Policía del ayuntamiento. Dos décadas después, el mandatario provincial medita dar un salto atrás en el tiempo e incorporarse al consistorio como edil no electo responsable de seguridad. Fabra no ocultó ayer el buen concepto que tiene de sí mismo y destacó que su colaboración sería "un lujo" para la ciudad. No obstante, advirtió de que en estos momentos lo más probable es que no acepte la oferta del alcalde Alberto Fabra.

El posible ingreso de Fabra en el ayuntamiento se ha convertido en un serial trufado de incoherencias. Antes de las elecciones, el alcalde frenó en seco su intento de ir en la lista municipal. Tras fracasar, Fabra deslizó la opción de ser concejal no electo y luego él mismo la descartó. Ahora vuelve a plantearse esta posibilidad, al parecer, de común acuerdo entre los dos Fabra. Carlos Fabra advirtió ayer de que "lo más probable es que no acepte", ya que sus objetivos están ahora en la Cámara de Comercio y en el aeropuerto y tiene "trabajo por un tubo". Incluso cifró las posibilidades: "En este momento si tuviera que apostar, apostaría 60 a que no voy y 40 a que sí que voy".

En caso de entrar en el ayuntamiento será para dirigir el área de Policía y no para captar inversiones. "El alcalde y yo hemos hablado en una confidencia de dos amigos de hace muchos años. Si aceptara la delegación de Policía de Castelló me llevaría una gran satisfacción porque tengo un gran recuerdo de mi época de 1991 a 1995 cuando era 'sheriff' del condado de Castelló", explicó.

Fabra destacó su experiencia, recordó que es el que más manda en el PP y que si va al ayuntamiento trabajará gratis. "Llevo 24 años en el ayuntamiento y 24 años en la diputación. Creo que habrá poca gente en Castelló que sepa más que yo de administración local, si me permite la chulería. Al alcalde le dije que si alguna vez esto lo planteamos en serio será sin ninguna retribución económica, ni siquiera dietas por asistencia ni kilometraje. El alcalde supongo que querrá tener a una persona que en mi partido manda mucho, el que más, que tiene 24 años de experiencia en política local y que, además, trabajará gratis. Es un lujo".

¿Cuándo decidirá si va o no concejal? "No lo sé, cuando quiera, como siempre he hecho", respondió, aunque luego puntualizó que se sabrá entre esta semana y la próxima.

Carlos Fabra insistió en que si deja la política institucional el servicio de guardaespaldas lo costeará su partido. "Tengo el ofrecimiento del presidente nacional y de la vicesecretaria general del partido. El día siguiente después de dejar la presidencia de la diputación si llevo escoltas serán pagados por el PP", explicó. En caso de que forme parte del ayuntamiento como concejal de Policía, "supongo que llevaré un escolta conmigo", en este caso, sufragado por el consistorio.

Fabra también se refirió a su caso judicial y destacó que "de momento, todo lo que han intentado en contra mía ha sido un fracaso".

"El fin del mandato de Ripoll es una mala solución"

Fabra dijo ayer que la no repetición del mandato de José Joaquín Ripoll al frente de la Diputación de Alicante le parece "una mala solución", ya que "me hubiera gustado más que se hubiera llegado a un acuerdo". Fabra manifestó que tanto Ripoll "como la otra parte del partido han cometido ciertos errores". Ripoll "ha dirigido una Diputación con corrección, es amigo mío y me sabe mal que no haya conseguido los avales suficientes".

Añadió que "en política a veces se gana y a veces se pierde, y en las luchas internas de los partidos es donde existe la democracia interna, porque aquí nadie impone nada a nadie". En este sentido, deseó que el partido "tenga en cuenta la experiencia de José Joaquín" y la aproveche en otros cometidos políticos.