La economía doméstica del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, sigue siendo crítica, desde el punto de vista de la liquidez, pero se ha estabilizado y apunta al alza. Al menos eso se desprende de la declaración de bienes y actividades de los diputados valencianos que ayer se hizo pública. No se recogen las de los seis nuevos consellers, dado que carecen de escaño en las Corts. El presidente tiene ahora disponibles 4.011 euros en dos cuentas corrientes, 327 euros más de saldo que hace dieciséis meses, cuando se difundieron las anteriores actas patrimoniales. El jefe del Consell ha visto crecer 1.800 euros la cuenta a su nombre, al pasar de los 905 declarados en febrero de 2010 a los 2.796,47 euros de ahora. En cambio, el depósito compartido con su esposa ha menguado de 2.779 euros a 1.215.

El salario del presidente, recortado este año 2011 a 67.615 euros pero que en el anterior ejercicio alcanzaba los 72,548, da para menos de lo que podría parecer. Así, el incremento patrimonial de Camps apenas alcanza los 610 euros. De esa cantidad, 55.721 euros corresponden al 50% del piso cuya propiedad comparte con su esposa. Es el único bien inmobiliario que declara. En todas las declaraciones, el valor de los inmuebles es el catastral, muy por debajo de la tasación de mercado. Camps tiene un patrimonio de bienes no inmuebles de 13.551 euros, lo que tiene en las dos cuentas bancarias citadas, más un plan de pensiones en Aseval-Bancaja (8.329 euros, 80 menos que en la anterior declaración) y el valor de su coche. Sigue manteniendo su Saab de 1995, cuyo valor ha pasado de 1.500 a 1.300 euros, dado que el automóvil es viejo pero todavía no tiene la consideración de antiguo.

El síndic socialista, Jorge Alarte, tampoco es un potentado. El líder del PSPV declara el piso (38.624 euros) como única propiedad. Y 600 euros en una cuenta corriente. No tiene coche. El Volkswagen Beetle lo vendió, dado que no le daba uso, según explicó a este diario. El síndic del PSPV es más pobre que Camps, porque éste no tiene pasivo, y el socialista tiene una hipoteca de 82.640 euros.

No es el único. Como en la sociedad en general, la hipoteca es una carga que, como la sombra, acompaña también a los diputados. Así, nada menos que 53 de 99 tienen cuentas pendientes con el banco por el crédito que les dio para adquirir una o varias viviendas. Porque entre los hipotecados está la subfamilia de los hiperhipotecados, los que tienen más de un crédito a la vivienda. Son 9, uno de cada 11 parlamentarios. Se llevan la palma el popular Vicente Betoret y el conseller Serafín Castellano, con tres hipotecas cada uno. El primero adeuda 437.178 euros. Las de Castellano son más livianas (126.180 euros).

Tras Betoret se sitúa Mònica Oltra (Compromís) como la segunda con más carga hipotecaria: tiene dos pendientes, que ascienden a 352.000 euros. La popular Ángela Barceló, con 350.134 euros, le sigue en la lista. En la parte baja, están la socialista Carmen Martínez, con 3.000 euros de crédito hipotecario por saldar; Juan Ponce (Compromís) que tiene 5.000 euros o Delia Valero (PSPV), con 12.000.

La declaración pública de intereses revela que 9 diputados mantienen actividad profesional privada remunerada. Son Alfonso Rus (empresario), Vicente Betoret (Abogado y corredor de seguros), José Marí Olano (profesor y abogado del Estado) Luis Díaz Alperi (empresario), Ana Besalduch (abogada), Aberto Fabra (arquitecto técnico), Mònica Oltra (abogada), Juan Ponce (consultor ambiental) y Ricardo Martínez (directivo de Keraben).

Si Juan Cotino es el más rico, a Ángel Luna (472.000 euros) le cabe ese honor entre los socialistas; Mireia Mollà (119.000) es la más adinerada de Compromís y Marga Sanz (653.000), en EU.

Casi la mitad se cubre las espaldas con planes de pensiones

Habitualmente salen a la palestra para lanzar mensajes de tranquilidad y confianza en el sistema público de pensiones. Pero prácticamente la mitad de sus señorías (46) no deben de tener del todo claro que el día de mañana percibirán una pensión o que les dará para llevar una vida desahogada. En ocho casos tienen más de un plan de pensiones. La socialista Carmen Ninet, por ejemplo, tiene hasta cuatro. Rita Barberá, Fernando Giner o Ricardo Ibáñez son algunos de los que cuentan con dos seguros para tener una jubilación placentera. El socialista Ángel Luna acumula entre un plan un plan de pensiones y otro de ahorro 103.000 euros. El exconseller Cervera, con 30.422 euros en una plan de pensiones en Mapfre, es de los que más capitalizada tiene esa vía. En algunos casos, como el de Gerardo Camps y María José Català, no se especifican las cantidades aportadas de momento. La proliferación de abogados en la Cámara hace que sean muchos los que tienen un plan en la mutualidad del Colegio. Entre ellos, el socialista José Benlloch o César Augusto Asencio (PP). f. a./ j. g. g. VAlencia

En el patrimonio de sus señorías hay toda clase de inversiones. Entre las más frecuentes no está la deuda pública, pese a que los gobernantes y políticos acostumbran a prescribirla por su seguridad y hasta por el sentido cívico de la apuesta. Hay excepciones. Las últimas emisiones de bonos de la Generalitat han tenido entre los suscriptores al presidente de las Corts, Juan Cotino, al exsecretario general del PP, Ricardo Costa, al vicepresidente segundo de las Corts, Ángel Luna, o al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Cotino no especifica la cantidad invertida pero sí el tipo de interés (4,75%). Costa tiene 12.000 euros depositados en deuda de la Generalitat. Además de los citados, otro que confía en la «deuda pública», sin más detalles, es Rafael Rubio. Su compañera de bancada socialista Eva Martínez, ha invertido en bonos de la Generalitat de Catalunya. En algunas carteras de inversiones como la del exconseller Mario Flores, están casi todos los productos, menos deuda pública.

El popular Jorge Bellver tiene un capital en una planta fotovoltaica. Entre inversión y gasto puede considerarse la decisión del exconseller Manuel Cervera de poner 144 euros en el Valencia CF. Con esa iniciativa sentimental se convirtió en accionista. f. a./ j. g. g. VAlencia

Cotino, Costa, Rus y Luna invierten en bonos patrióticos

En el patrimonio de sus señorías hay toda clase de inversiones. Entre las más frecuentes no está la deuda pública, pese a que los gobernantes y políticos acostumbran a prescribirla por su seguridad y hasta por el sentido cívico de la apuesta. Hay excepciones. Las últimas emisiones de bonos de la Generalitat han tenido entre los suscriptores al presidente de las Corts, Juan Cotino, al exsecretario general del PP, Ricardo Costa, al vicepresidente segundo de las Corts, Ángel Luna, o al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Cotino no especifica la cantidad invertida pero sí el tipo de interés (4,75%). Costa tiene 12.000 euros depositados en deuda de la Generalitat. Además de los citados, otro que confía en la «deuda pública», sin más detalles, es Rafael Rubio. Su compañera de bancada socialista Eva Martínez, ha invertido en bonos de la Generalitat de Catalunya. En algunas carteras de inversiones como la del exconseller Mario Flores, están casi todos los productos, menos deuda pública.

El popular Jorge Bellver tiene un capital en una planta fotovoltaica. Entre inversión y gasto puede considerarse la decisión del exconseller Manuel Cervera de poner 144 euros en el Valencia CF. Con esa iniciativa sentimental se convirtió en accionista. f. a./ j. g. g. VAlencia