El productor y director Miguel Perelló entró y salió ayer de la dirección de Canal 9 en pocas horas, en un episodio próximo al sainete. Fuentes de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) reconocieron que el controvertido cineasta ha sido "una opción" valorada para ocupar la vacante dejada por Lola Johnson (la actual consellera de Turismo y Cultura y portavoz del Gobierno de Francisco Camps), pero que "finalmente no salió". "Alguien se precipitó en filtrar el nombre y ha inducido al error", agregaron.

En efecto, varios medios de comunicación digitales llegaron a dar por hecho en la mañana de ayer el nombramiento de Perelló.

Sin embargo, las citadas fuentes negaron que haya llegado a haber un contrato con el empresario y cineasta. Según otras fuentes, Perelló aceptó la propuesta la noche del martes, pero luego se lo pensó mejor y en la mañana de ayer se desdijo. Entre las razones para el cambio de opinión, estarían las presiones de su propia familia -el padre, José Antonio Perelló, fue presidente de la Diputación de Valencia en los años setenta- ante la complejidad del puesto en un momento económico en el que habrá que tomar decisiones duras y las incompatibilidades con los negocios audiovisuales en los que lleva desde principios de los noventa. Ha llegado a ser presidente de la asociación de productores valencianos.

La posible postura en contra del PP de Madrid fue otro motivo que circuló ayer para que la designación quedara en amago.

Lo cierto es que el centro de producción de programas de Burjassot fue un hervidero desde que internet levantó la noticia que luego no fue. "El titular podría ser que Gürtel entra en Canal 9", ironizaba ayer un histórico.

La causa del alboroto está en la trayectoria de Miguel Perelló, persona del círculo de confianza de Camps y marcado sobre todo por una fotografía, muy difundida al trascender la ramificación valenciana del caso Gürtel: aparecía sentado, junto a la sede del PP de Valencia, sobre la motocicleta de lujo de Álvaro Pérez el Bigotes (el presidente de Orange Market), mientras este le mostraba el singular vehículo de tres ruedas.

La cercanía de Perelló a algunos de los personajes envueltos en la investigación se refleja también en su presencia en el viaje a Marrakech que Orange Market y otras empresas contratistas prepararon en diciembre de 2007 para festejar el 40 cumpleaños del entonces director general de RTVV Pedro García. El vuelo fue en el avión privado de Vicente Cotino, copropietario de Sedesa y sobrino del ahora presidente de las Corts.

La carrera de Perelló como productor y director está estrechamente ligada al poder del PP en la Generalitat. Desde 1997, sus proyectos de cine y televisión han obtenido más de doce millones de euros en subvenciones.

Sin embargo, han sido productos que casi nunca han superado la barrera de la C. Valenciana, lo que da cuenta de su limitada competitividad. 'Entre naranjos', 'Severo Ochoa, la conquista del Nobel', 'Arroz y tartana', 'Martini el valenciano' han sido proyectos de Perelló, bien provistos de financiación pública.

El último ha sido la serie 'Entre dos reinos', sobre Sant Vicent Ferrer y el padre Jofre, estrenada con más pena que gloria en TVV y con un coste de 1,6 millones.

La última productora presidida por Perelló, que no respondió ayer a las llamadas y mensajes de Levante-EMV, ha sido Indigo Media (surgida de la fusión de Intercartel, en la que ya participaba, y Nisa). Esta se encuentra actualmente en disolución, según el Registro Mercantil. Tras este tropiezo empresarial, se incorporó en octubre de 2010 a Aguamarga, la gestora de la Ciudad de la Luz.