El tiempo serena el dolor pero no alivia el desgarro. Cinco años después del accidente de metro de la estación de Jesús, en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, las familias de las víctimas hurgan a su pesar en la herida que les produjo aquel tren que tomó a 80 km/h la curva limitada a 40. Recorren el trayecto que sus familiares no pudieron cubrir desde la Estación de Jesús hasta la de Torrent. Y bajan en cada parada para guardar un minuto de silencio en memoria de sus queridos.

También lanzan dardos al viento sobre el estado de la Línea 1, la actitud de la Generalitat en todo el proceso y el desamparo que han sufrido por parte de la justicia. Depositan flores sobre la "curva de la muerte" y celebran un acto multitudinario en la Plaza de la Virgen. ¿Por qué insisten en repetir este vía crucis de silencio que ahonda en su dolor? ¿Por qué no pasan página y siguen reuniéndose el día 3 de cada mes en la Plaza de la Virgen?

Porque siguen peleando para que los 68 millones de viajeros que tuvo Metrovalencia en 2010 viajen por líneas seguras y fiables con el menor porcentaje posible de accidentes "imprevisibles e inevitables" como el que segó la vida de Maria José, Hipólito, Maika, Encarna, Maria Pilar, Sergio, Leonardo, Matilde, Maribel, José Luis, Rafael, Paqui, Luis, Laura... Son 43 razones con demasiado peso como para abandonar su lucha. Aunque eso signifique echar sal en la herida cada día 3 y añadirle vinagre cada año.

Para este nuevo 3 de julio, el del quinto aniversario del accidente del metro, los franciscanos de la Iglesia de San Lorenzo han permitido al sacerdote Honori Pascual celebrar una emotiva misa en memoria de las víctimas. "¿Cuándo se removerá la piedra del silencio y sabremos el por qué de todo? ¿Cuando nos dirán sinceramente lo que pasó?

Es justo y necesario hacer memoria porque a través de las 43 personas se escuchan los gritos y esperanzas de las víctimas de la crisis creada por la avaricia de los poderosos", aseguró el destacado miembro del Grup de Rectors dels Dissabtes en una homilía en la que denunció "la movilización del dinero para los bancos pero no para quienes mueren de hambre" o el "indignante aumento del gasto militar". "Dios -aseguró- nos habla a través de las víctimas y es justo y necesario celebrar su memoria. Porque las sociedades se engrandecen cuando promueven la igualdad, mejoran la sanidad y planifican infraestructuras seguras no por ganar juegos deportivos o construir edificios caros". El sacerdote concluyó su homilía (a la que asistió la alcaldesa de Torrent, Maria José Catalá) exigiendo "justicia, verdad y reparación" para las víctimas del metro.

El escritor y periodista Alfons Cervera también exigió "justicia para las víctimas frente a los gobiernos que cierran los ojos y tuvieron mucha prisa para cerrar la investigación del accidente del metro, y frente al cinismo de los políticos, como Francisco Camps, cuando dijo en un falso lloro que llevaría a las víctimas el corazón. Yo lo que querría es llevarlo frente a una justicia digna", aseguró mientras le interrumpían los aplausos de los centenares de personas que asistieron al acto en la Plaza de la Virgen.

Aplausos que, tras los cinco minutos de silencio y la suelta de 90 globos negros y amarillos en recuerdo de las víctimas, se prolongan durante varios minutos. Era la manera de todos los asistentes de reconocer a las familias su empeño en resistir estos cinco años pese a que todos los vientos soplan en contra.

Pero las familias no se cansan de repetirlo. "Queremos una investigación imparcial y no centrada en la velocidad del tren", exige incansable la presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro, Beatriz Garrote, al tiempo que denuncia ante los micrófonos "el carpetazo tan impune" que la juez Nieves Molina y la fiscal Asunción Calvo dieron "al accidente de metro más grave de la historia de España". "El cambio de nombre de la Estación de Jesús es una puntadita más, pero nosotros seguiremos atentos y vigilantes para seguir reivindicando más seguridad y mejoras en la red de Metrovalencia".

La demanda de más seguridad en el metro y justicia para los 43 fallecidos es el mensaje claro y diáfano que quieren lanzar. Las historias de sus familias y los recuerdos que guardan de ellos ya se reservan para la intimidad cinco años después del accidente. "¿Qué recuerda de aquel 3 de julio?", pregunta una periodista de televisión a la familiar de una víctima durante el via crucis de silencio de la mañana. "Yo sólo quiero reivindicar un metro más seguro para que no vuelvan a haber 43 muertos", acierta a decir la mujer con las primeras lágrimas de las muchas que asomarán a sus ojos a lo largo de la mañana.

Todos los miembros de la Asociación de Víctimas del Metro son de la misma opinión. "A mi hermana no le gustaba figurar, por eso no me gusta exponer su imagen", explica Amparo, una vecina de Torrent, que este año se ha encargado de buscar las frases de personajes célebres para el itinerario en el metro. Para encontrarlas sólo tuvo que teclear palabras como "esperanza, olvido, amor, justicia y responsabilidad. Es lo que sientes y vas buscando". Y es lo que esperan encontrar "porque algún día se sabrá la verdad".