El Gobierno español cedió ayer a la Organización de Naciones Unidas (ONU) las nuevas instalaciones que hoy se inaugurarán en Quart de Poblet, tal como indicaron fuentes del Ministerio de Defensa. El convenio que establece la cesión se firmó ayer por parte del secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, y la secretaria general adjunta responsable del departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno de Naciones Unidas, Susana Malcorra.

La nueva base que la ONU estrena hoy en Quart de Poblet, con la presencia del Príncipe de Asturias y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, es un centro de comunicaciones que ha sido construido y financiado por el Gobierno español a través del Ministerio de Defensa. El coste total del proyecto ha ascendido a 25 millones de euros, una inversión que estará amortizada en cinco años, según fuentes de Defensa.

El centro será el segundo complejo de comunicación de la ONU en Europa, junto al de Brindisi (Italia), y generará unos 300 empleos directos y unos 900 indirectos. La nueva base permitirá duplicar la capacidad de las comunicaciones en las misiones de paz lideradas por la ONU, en las que trabajan más de 100.000 personas.

El complejo consta de un centro de operaciones y un búnker de hormigón armado de planta circular con una superficie de 2.983,7 m2. También hay dos edificios de oficinas de planta circular con una superficie de 2.800 m2 cada uno y un campo de antenas para comunicaciones por satélite.

Tras la firma del convenio que estipula la cesión de las instalaciones, Constantino Méndez entregó a Susana Malcorra la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco en reconocimiento a su labor en la ONU.

Al habla con las misiones de paz

Naciones Unidas apostó por instalar su nueva base de comunicaciones en Quart de Poblet frente a los proyectos que presentaron otros países como Finlandia, Dinamarca o Rumanía. En la nueva base, se utilizará las más avanzada tecnología en comunicaciones vía satélite para que la ONU pueda comandar desde aquí todas sus misiones de paz, que en total implican a más de 90.000 civiles y militares de todo el mundo.

Pero, además, las nuevas instalaciones también atraerán capital humano a Quart y a sus alrededores, ya que en la base trabajarán al menos 300 funcionarios de alto nivel que, en muchos casos, vendrán con sus respectivas familias.