Los expertos recomiendan que durante el embarazo y la infancia se promueva el consumo de pescado blanco o azul de pequeñas dimensiones, "ya que beneficia el desarrollo neuropsicológico y previene enfermedades cardiovasculares". Es uno de los consejos que lanza el proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente), un red de investigación formada por diferentes grupos entre los que se encuentra el Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP).

Y es que el INMA ha emitido un documento en el que realiza algunos apuntes después de que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) haya recomendado que las embarazadas y los menores de tres años eviten el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo o lucio, por su elevado contenido en mercurio.

En este sentido, desde el proyecto INMA constatan que un elevado porcentaje de los 1883 nacidos entre 2003-7 en cuatro áreas participantes en este estudio "tenían unos niveles de mercurio en sangre de cordón mayores a lo recomendado". Un hecho que se asocia "de manera clara con el consumo de grandes peces depredadores como el emperador y el atún rojo por parte de la madre durante el embarazo". Los trabajos científicos indican que los niveles de mercurio más elevados se encuentran en estos dos pescados.

Así, la red de investigadores INMA se suma al consejo de evitar el consumo de estas variedades durante el embarazo, "dada la capacidad neurotóxica del mercurio en el cerebro en formación".

El proyecto INMA tiene como uno de sus coordinadores en Valencia al especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del CSISP y profesor titular de la UV, Ferran Ballester. Precisamente, este diario publicó en su edición del pasado lunes una información en la que atribuía por error al doctor Ballester unas declaraciones sobre que consumir pescado azul viejo en pequeñas cantidades es sano, algo que no señaló.

Entre las recomendaciones positivas realizadas por el INMA sí figura la del consumo del atún enlatado durante el embarazo y la infancia, ya que es "una fuente de nutrientes beneficiosos". "El atún utilizado para las conservas suele ser más joven que el atún rojo grande y su contenido en mercurio es generalmente menor. Los resultados en el estudio INMA indican que su contribución a los niveles de mercurio es similar a la del pescado blanco", apunta este grupo de investigadores. Por su parte, las agencias internaciones de seguridad alimentaria consideran que un consumo moderado de atún en lata es seguro. Además, otra recomendación general es que el consumo de pescado "debe ser variado, incluyendo diferentes especies". Y anima a las madres a complementar estas recomendaciones acudiendo al consejo de pediatras, matronas y todos los profesionales sanitarios que cuidan la salud de las embarazadas y niños.

Finalmente, el INMA apuesta por que, junto a estas ideas, "se debe desarrollar una estrategia para la eliminación de las emisiones de mercurio al ambiente y la reducción de la exposición de la población, especialmente los grupos más vulnerables, como embarazadas y niños pequeños".