Nunca los mosquitos habían dado tanto que hablar. Pero, desde que acampan por toda la Comunitat Valenciana debido a la abundancia de lluvias de esta pasada primavera y a las altas temperaturas del verano, se han convertido en un problema turístico.

El sector hotelero valenciano se considera "afectado" por esta plaga de insectos que, según exponen, "molestan e incomodan a los clientes". Sobre todo por la noche, cuando salen a disfrutar de las terrazas que suelen contar con abundante iluminación. El entorno natural, que suelen procurarse los hoteles, unido a que la C. Valenciana se encuentra en una marjal, hace que las plagas de mosquitos afecten, quizá más, a estos entornos, sin embargo, según exponen desde la Unió Hotelera de Turismo y Hoteles, su secretario Luis Martí, sostiene que "este verano son muy persistentes".

La ley, el problema

La principal preocupación del sector es que la "imagen que se ofrece de la C. Valenciana es inadecuada, los clientes no están satisfechos si no pueden disfrutar de nuestro entorno", señala Martí. Y cuando el empresario reclama a los diferentes departamentos municipales que actúen y fumiguen con más frecuencia para combatirlos se choca con un problema: La ley. En concreto, se trata del Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazada que viene a proteger las larvas de todas las especies de fauna silvestre que habitan en la Comunitat Valenciana. Los mosquitos, también. Impedimento por el que se fumiga al insecto, ya adulto, pero no se puede tocar la larva ni tampoco interferir en su espacio natural, como señala el texto. Con lo que el problema persiste porque los mosquitos siguen proliferando a sus anchas pese a las fumigaciones controladas. "Es incomprensible que no se pueda actuar de un modo más efectivo, haciéndolo compatible con el entorno natural, pero frenando el crecimiento desmesurado e incontrolado de una especie que molesta a los turistas, haciendo que nuestra imagen no sea la adecuada, ya que hace que el turista se sienta incómodo", sostienen los hoteleros. En este sector, los empresarios han debido de aumentar determinadas medidas para evitar que se acerquen tanto, se colocan difusores en las habitaciones, mosquiteras en las ventanas por si el cliente las abre, quema de inciensos en las terrazas del exterior, iluminación con antorchas de fuego y velas en lugar de la luz artificial, pero resultan insuficientes. El mosquito no es algo infrecuente en la C. Valenciana, el propio Ayuntamiento de Valencia lo reconoce como una plaga urbana, es frecuente en climas cálidos y la abundancia de lluvias en primavera provoca grandes encharcamientos en los que se depositan sus larvas que crecen con el calor. El sector, por su parte, insiste en que "una cantidad controlada es tolerable, una plaga daña la imagen y de nada sirve complementar con calidad sanitaria, de infraestructuras y de ocio si estos insectos campan a sus anchas".

Un catálogo para preservar el origen

El Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas, aprobado mediante el decreto 32/2004, intenta crear un marco legal proteccionista con las especies silvestres y se establecen medidas para garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de su fauna y flora. Con respecto a los ejemplares, huevos, larvas o crías quedan prohibidas la muerte, el deterioro, la captura, la persecución, las molestias así como la destrucción y alteración de su hábitat y, en particular, la de los lugares de reproducción, reposo o alimentación.