El president de la Generalitat, Francisco Camps, ha sido hoy el gran ausente del pleno extraordinario convocado en Les Corts para apoyar el Corredor Mediterráneo, pero la posibilidad de que su absentismo tuviera su causa en el caso Gürtel lo ha hecho estar más presente que nunca.

Los diputados se han levantado esta mañana con la noticia de que la dirección nacional del PP estaba negociando con Camps la posibilidad de que asumiera el delito de cohecho pasivo impropio derivado de haber recibido supuestamente regalos de la trama Gürtel, y así evitar que se celebrara juicio oral contra él.

Lo que era una posibilidad ha empezado a tomar fuerza después de que el exvicepresidente del Consell Víctor Campos se personara esta mañana en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) para asumir la culpa, un paso indispensable ya que para que no haya juicio todos los acusados deben admitir el delito.

Esto ha provocado que todas las miradas se centraran en el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa, quien sí ha acudido al pleno y que ha estado toda la mañana "colgado" de su teléfono móvil, tanto en las inmediaciones de la Cámara autonómica, donde ha llegado a primera hora, como dentro del hemiciclo.

Los movimientos de Costa han sido los únicos que han podido competir por la atención de los medios gráficos con el escaño vacío del president de la Generalitat, que ha sido objeto de los flashes de los fotógrafos y de las cámaras de televisión, que han filmado hasta la saciedad la soledad del sillón.

Las imágenes de Costa hablando con su móvil o con sus compañeros de escaño son las únicas que han podido captar las cámaras, ya que el diputado se ha negado a hacer declaraciones, cuando ya se sabía que el exjefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret, el cuarto imputado, también asumía su culpa.

El ex número dos del PPCV no ha sido el único del partido que ha rehuido a los medios, ya que "pesos pesados" del partido, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente de la Diputación, Alfonso Rus, o el secretario general, Antonio Clemente, también han preferido quitarse de en medio.

La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, ha sido la única que se ha atrevido a lidiar con la prensa con una sonrisa que contrastaba con las caras de preocupación que tenían muchos en la bancada popular, donde las conversaciones entre unos y otros ha sido una constante durante todo el pleno.

Menos sigilosa ha sido la oposición, que no ha perdido la oportunidad que le ofrecían sus intervenciones en el pleno sobre el Corredor Mediterráneo para destacar la ausencia de Camps que, según la diputada de Compromís Mónica Oltra, "no ha venido a votar" porque "está pensando si quiere pagar la multa y reconocer que es un delincuente".

Oltra, ha recibido el reproche del presidente de Les Corts, Juan Cotino, quien le ha pedido que se atuviera a la cuestión, cosa que también ha reclamado al diputado de EU Lluís Torró, quien ha señalado que igual que con el Corredor Mediterráneo se pide cuentas al Gobierno central, Camps debería "al menos dar la cara".

El portavoz socialista, Jorge Alarte, ha señalado que "la misma razón" que llevó al president a irse a Bruselas a defender el Corredor -el mismo día de la vista preliminar de la "causa de los trajes"- es la que hoy "le hace no estar aquí", ha afirmado que "no dar la cara, huir y esconderse" no es la solución y ha acusado a Camps de "contaminarlo todo".

Tras finalizar el pleno, la oposición ha continuado cargando contra Camps al que han advertido de que si admite su culpa tendrá que dimitir porque un "delincuente confeso" no puede ser president de la Generalitat, mientras el PP ha preferido hacer mutis por el foro y esperar a ver qué hay de verdad en lo que hoy cuentan los medios de comunicación.