Ecologistas en Acción presentó a principios del pasado mes de julio la edición 2011 de su ya clásico informe sobre banderas negras, que localiza con nombres y apellidos las zonas del litoral español que presentan problemas ecológicos, a causa de los proyectos urbanísticos y los vertidos tóxicos sin control.

El documento, titulado Esto es una barbaridad, otorga un total de siete galardones negativos a nuestro litoral. La llamada cascada de la mierda en Benidorm, el lanzamiento de residuos en l´Albufera o el proyecto urbanístico bautizado como el Manhattan de Cullera son algunos de los ejemplos representativos de la costa valenciana en el texto.

Sin embargo, el documento de rango estatal no trata todos las denuncias de la entidad, sino que resume un informe monográfico mucho más extenso. En el documento 100% valenciano —realizado por diez voluntarios durante el año pasado— figuran un total de 24 casos de zonas del litoral amenazado. El trabajo realizado en nuestra Comunitat Valenciana diferencia entre dos tipos de zonas con problemas: las banderas negras —sectores donde el impacto se repite año tras año y la dificultad de actuar crece exponencialmente— y los puntos negros, es decir zonas en las que aún se puede revertir la problemática ecológica.

A su vez, el documento diferencia las degradaciones del territorio en tres grandes bloques: vertidos, urbanismo y obras en la costa y puertos deportivos.

El primero de los grupos lo definen un total de cuatro banderas y dos puntos negros. El primero de los casos denunciados lo centra la deficiente depuración de aguas residuales registrada en la comarca del Baix Maestrat (Castellón). Desde Ecologistas en Acción apuntan que «solamente Vinarós cuenta con una depuradora de tipo secundario, que realiza vertidos intermitentes al río nervol. El resto —Alcossebre, Peñíscola, Benicarló, etc— albergan plantas de pretratamiento y sus desechos van a parar al mar a través de emisarios submarinos; que en muchos casos registran roturas y fugas».

Benicarló —y su playa de «Mar Xica»— reciben una distinción por sí solos. Desde la entidad recuerdan que «la última gran filtración de aguas fecales causó el cierre de la zona baño».

L´Albufera

Uno de los nombres que se repiten año tras año en el informe —tanto estatal como valenciano— es el de l´Albufera de Valencia. Las recientes irregularidades —y emanaciones— detectadas en la cercana depuradora de Pinedo no hacen más que agravar el estado de uno de los parques naturales más conocidos del territorio costero valenciano. La zona también recibe un punto negro por la autorización por parte del gobierno de prospecciones petrolíferas.

En Alicante recibe una bandera negra el Parque Natural de la Serra Gelada y su conocida «cascada de la mierda», que comparten los municipios de Altea y Benidorm. De hecho, la zona de vertidos es retratada como un ejemplo de malas prácticas a nivel nacional. El último punto negro lo recibe Xàbia, por un vertido aislado del buque «Schackenborg», que causó una mancha de fuel de cuatro kilómetro.

En la vertiente urbanística, destaca el proyecto de «El Mascarat» (Altea) —ejemplo de destrucción paisajística—, el PGOU, que supone la desaparición de la mayor parte del espacio agrícola del municipio y apuesta claramente por los campos de golf, y el «Manhattan de Cullera», denominado así por proyectar un total de 33 torres con 25 alturas. El PAI Sant Gregori Golf (Burriana) y el PAI El Marenyet-El Brosquil —también en Cullera— reciben a su vez una bandera negra. El Plan Parcial Armanello (Cullera), la afección del PGOU de Pinedo en l´Albufera y el plan del Ayuntamiento de Callosa d´en Sarrià para en plena Sierra de Bernia obtienen tres puntos negros.

El apartado referente a las obras en la costa y los puertos deportivos contiene seis banderas negras y cuatro puntos negros. Los puertos deportivos Luis Campomanes y Portet de l´Olla (Altea), los tramos litorales de Alcossebre a Benicarló, nueve zonas costeras en Vinaròs (Triador, Foradá, Saldonar, Cossis, Fora Forat, Fortí, Clot, Fondo de Bola y Cala Punta I), y las ampliaciones de los puertos de Valencia y Sagunto conforman el primer grupo.

Los puntos negros son para el paseo de madera licitado por la Generalitat para la isla de Tabarca, los proyectos de ordenación litoral de los tramos Santa Pola-Torrevieja y Aigua Amarga-Cabo de Santa Pola y el incendio acaecido en el Marjal de Peñíscola.

Por último, desde Ecologistas comentaron que «son 24 zonas en peligro, abandonadas por la administraciones. Pero, seguro que hay muchas más», advierten.