El presidente de las Corts, Juan Cotino, podría tener sus días contados como miembro destacado del organigrama del PP valenciano. Aunque el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se está mostrando muy cauteloso a la hora de introducir cambios en los equipos heredados de Francisco Camps, la marcha de Cotino se da por hecha, al igual que la entrada de otra persona que refuerce el control de Fabra sobre una dirección que lleva el puño y la letra de su antecesor. En noviembre de 2009, durante la remodelación del partido que se saldó con la salida de Ricardo Costa de la secretaría general, Camps nombró a Cotino coordinador entre el Consell y el partido. La plaza permitió al referente del sector cristiano entrar formalmente en el sanedrín del PPCV. Sin embargo, su salida del Ejecutivo y, sobre todo, su pérdida de influencia tras la dimisión de Camps, aboca al que durante años fue la voz más influyente en el Palau de la Generalitat, a quedar fuera del órgano de poder del partido.

Con el inicio de curso político, Fabra tiene en el calendario convocar un comité ejecutivo para "adaptar" el organigrama popular a los cambios que han supuesto el relevo en la Generalitat. Una de las modificaciones previstas, según fuentes de la dirección regional, afectará al presidente de las Corts. Oficialmente, su salida está justificada por el hecho de que Cotino ha dejado de ser miembro del Gobierno valenciano. En clave interna la defenestración de Cotino permite a Fabra otro guiño a la dirección provincial capitaneada por Alfonso Rus. Su entorno hace tiempo que pide la marcha de Cotino de la dirección del partido. Está por decidir si la vacante será cubierta o amortizada. En el organigrama actual del PP, del puesto de Cotino penden las cuatro coordinaras del PP (Rita Barberá, Mercedes Alonso, Maria José Catalá e Isabel Bonig). Esta última, consellera Infraestructuras, Territorio y Medioambiente, y además cuota de Castelló, podría asumir las funciones de Cotino. Maritina Hernández, José Ciscar o Paula Sánchez de León también el perfil político necesario para asumir las tareas de coordinación. Eso sí, rescatar a De León para el PP sería un revés a Rus.

Lo que sí parece decidido es mantener la tricefalía en la dirección. El secretario general, Antonio Clemente, siempre se ha mostrado partidario del esquema que diseñó Camps, que le permitía apoyarse en un coordinador general (el puesto que ocupaba Fabra antes de ascender a la presidencia) y un vicesecretario, en el que sigue el conseller José Ciscar. Esta fórmula permite a Fabra fichar a una persona de su confianza para un puesto clave. Una de las candidatas con más posibilidades es Beatriz Gascó, actual directora general de Educación y ex concejala de Castelló con Fabra. En la actualidad es vicesecretaria de relaciones instituciones del PP, por lo que los suyo sería un ascenso. Fabra, además, ya la ha situado en el equipo de campaña. Con el requisito de ser de Castelló, otros valores en alza son Susana Marqués (alcaldesa de Benicàssim) y Maria Fernanda Vidal.