Afirma que no desea recortes sino «optimizar al máximo los recursos» y asegura que «a mí todo el mundo me va a encontrar para hablar». Es el actual conseller de Educación, José Ciscar, nacido en Moraira en 1961 y licenciado en Derecho.

El nuevo modelo de plurilingüismo es un cambio en el sistema educativo. ¿Es el mejor momento de hacerlo, sin dinero?

Una de las cuestiones que vamos a evaluar convenientemente va a ser el coste económico de la implantación del plurilingüismo. Partimos de la base de que las inversiones que se tengan que hacer no revisten carácter inmediato porque la implantación no es inmediata sino que va a ser progresiva. Es cierto que no se pueden emprender cambios donde no dispongas de los recursos suficientes. Se mirará en el decreto de plurilingüismo y en cualquier otra medida que se adopte. En todo proyecto que tengamos en mente, en todo plan o actuación, uno de sus capítulos será el coste económico; lo vamos a tener muy en cuenta. En el caso del plurilingüismo no es que se tenga que implantar el curso próximo al cien por ciento ni al siguiente, ni al siguiente. Al ser una implantación progresiva, pienso que vamos a poder asumirlo.

¿Introducirá modificaciones en este modelo sobre la propuesta inicial, que no es suya?

Vamos a dar participación, próximamente, a toda la comunidad educativa. Sobre las propuestas o sugerencias que recibamos habrán modificaciones.

¿Cómo se presenta el nuevo curso?

Creo que vamos a tener un inicio de curso bastante normalizado.

¿Qué novedades destaca?

Para mí es muy importante la implantación, por primera vez, de las pruebas de acceso al Bachillerato para mayores de veinte años. Lo mismo que tenemos ahora para el graduado social.

¿Cuáles son sus beneficios?

Dos muy importantes: Te abre las puertas de las pruebas de acceso a la universidad y, el segundo, te abre las puertas a una mejor inserción laboral porque vas con tu título de Bachillerato a la búsqueda de empleo.

¿A qué cree que se debe el incremento de matrícula en la FP?

Por lo que sabemos, se debe a que ya no existe la facilidad de dejar de estudiar para irse a trabajar, cosa que en los años de bonanza económica sí que existía. Los jóvenes, afortunadamente, se lo están replanteando. Si no quiero estudiar porque mi pretensión no es tener una carrera universitaria pero sé que cuando salga del instituto es para quedarme en casa porque no tengo trabajo, pues voy a aprovechar e intentar obtener una cualificación que me ayude a encontrar trabajo. La vía de la FP es, en ese sentido, perfecta.

¿Cómo atajar el elevado índice de fracaso escolar entre los alumnos valencianos?

Vamos a trabajar y poner en marcha en el menor tiempo posible un plan de choque contra el fracaso escolar. Aquí se está trabajando internamente en la casa y, en poco tiempo, se podrá presentar en la comunidad educativa un borrador para trabajar. Antes de que acabe el año podemos tener aprobado el plan.

¿En qué incidirá: Más horas, más repasos, refuerzos?

Es un plan bastante ambicioso y va a incidir en muchos aspectos de la educación. Cualquier cosa que pensemos que modificándola puede ayudar a reducir el fracaso escolar, lo vamos a hacer. Va a ser integral. No hablamos de combatir el absentismo sino de combatir todo lo que permita que nuestros jóvenes continuen estudiando y aprovechando al máximo.

Pero, ¿ por qué con todo lo que se ha invertido en educación hay un fracaso que casi llega al 40%?

La educación es algo muy complejo. Debemos de tener claro que la educación es cosa de todos, no solo de la Administración ni tampoco solamente una actuación que quede dentro de los colegios o la comunidad educativa. Tenemos que saber implicar a la familia y la sociedad en general. Para mí, lo primero es la concienciación de que la educación es en los colegios y en la familia, la sociedad. Es una labor de todos.

Crisis y recortes. ¿En qué se notará en la conselleria: Ratios, menos grupos, plantilla, menos construcciones escolares?

Nosotros, lo que estamos intentando es que se note lo menos posible, lo que queremos es que no haya recortes; que haya ajustes y optimización de recursos. Algo se tiene que notar porque la crisis es profundísima y todos sabemos en qué situación están todas las Administraciones públicas. En esto siempre digo lo mismo. A veces conviene renunciar a un cinco por ciento para que sea sostenible el restante 95 %. Tenemos que ser capaces, en estos momentos, de saber distinguir entre lo que es superfluo o accesorio y lo que es más importante o sustancial y, a partir de ahí, el reto es mantener la calidad del sistema educativo como lo hemos tenido hasta ahora. Creo que a pesar de las circunstancias económicas tan difíciles como las que vivimos lo vamos a conseguir. En materia de centros vamos a hacer un esfuerzo para que se sigan construyendo, evidentemente no al ritmo de los últimos años, pero sí atajar las urgencias y lo que es prioritario.

De ese cinco% ¿qué quitaría?

En todas las partidas encontraríamos algo de lo que podríamos prescindir, que son pequeñas cosas que van sumando.

¿Puede haber copago en educación?

En educación, jamás.

¿Se plantea recortes en los conciertos económicos con la enseñanza privada?

No.

¿Cómo está el desarrollo de la propuesta de cesión de solares públicos para construir colegios concertados?

Estamos trabajando en ello. La idea es el año que viene empezar a licitar algunos centros CIS (Centros de Iniciativa Social). Lo tenemos muy claro, no habrá recortes en conciertos sino que con el tiempo la idea es incrementarlos para paliar el equilibrio existente.

¿Corresponde a una conselleria potenciar la educación concertada o privada?

Nosotros a lo que damos muchísima importancia, lo daremos en los pliegos, es al proyecto educativo que se presente. Tenemos que pensar que para acceder a un concierto se tienen que cumplir determinados requisitos que son garantía de que se está dentro del sistema educativo que queremos en la Comunitat Valenciana.

¿Qué pasará con Ciegsa? ¿Habrá ERE?

Estamos a la espera de que se cierre la nueva regulación sobre las empresas públicas de la Generalitat, que se está trabajando desde otras consellerias. En función de lo que ahí se determine en esa nueva regulación, se tomarán las medidas que se tengan que tomar. A priori no hay ninguna medida que ya esté clara o decidida que se tenga que tomar como tampoco hay ninguna descartada.

¿Usted es partidario de eliminar o de mantener Ciegsa?

Yo lo que tengo muy claro es que al nivel o al ritmo de construcción de centros en el que estamos ahora no tiene sentido Ciegsa o, al menos, en su tamaño actual. Ciegsa está dimensionada para un momento en donde, por el incremento espectacular de población, se tenía que construir a un ritmo bastante rápido muchos centros

y, ese momento, ahora no lo es por cuestiones económicas. También hay que empezar a pensarlo, por cuestiones demográficas, que también están cambiando. Tengo claro que el tamaño, la dimensión actual no es necesaria y es un gasto muy importante para la Administración. A partir de ahí, se pueden abrir muchas posibilidades y será dentro de esa corporación de empresas públicas sobre la que se está trabajando. Por ejemplo, Ciegsa podría tener otros fines, otras actividades, no sólo construcciones educativas. Hablamos en hipótesis.

¿Con qué porcentajes trabajan a la hora de reducir construcciones escolares?

No tenemos porcentajes. Hay que pensar que Ciegsa sigue construyendo. Hay bastantes colegios en construcción todavía. Donde ha bajado el ritmo es en la creación, redacción de nuevos proyectos y en nuevas construcciones pero lo que había en marcha continua. Es evidente de que ese ritmo no se va a poder mantener.