El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, almorzó ayer con los directores de los medios de comunicación de Castelló. Le acompañaron la vicepresidenta Paula Sánchez de León, la consellera Lola Johnson y la secretaria autonómica de Comunicación, Paula Meseguer. Fabra confesó que el momento más delicado de estos dos últimos meses fue la sesión de investidura, porque además de tener que combatir con expertos parlamentarios de otros partidos se trataba sobre todo de convencer a los propios, que en ese momento se encontraban «huérfanos», según expresión propia.

El también presidente del PP valenciano despacha habitualmente con su jefe nacional, Mariano Rajoy, quien ayer le trasladó su apoyo incondicional antes de la cena multitudinaria de Benicàssim. La próxima semana viajará a Madrid para estrenarse en el comité nacional, circunstancia que aprovechará para ser entrevistado en el programa Los desayunos de TVE.

Las grandes obras del valenciano Calatrava, en Grecia

Los grandes eventos han colocado a Valencia en el mapa de... Grecia. La revista del aeropuerto de Pisa (Toscana, Italia), un tocho de 116 páginas de papel satinado, ilustra un reportaje sobre Atenas con una foto de la Ciutat de les Arts i les Ciències en cuyo pie se da por hecho que también forma parte del ágora que Santiago Calatrava construyó en la capital griega con ocasión de los Juegos Olímpicos de 2004.

La pareja de Ricardo Costa, al frente de la fundación Fundar

Laura Chorro, exconcejala del Ayuntamiento de Alicante y pareja sentimental de Ricardo Costa, es desde hace unas semanas la nueva gerente de Fundar, fundación privada de la Generalitat y Bancaja, tras quedarse fuera del consistorio.

Las viejas discrepancias entre Brusola y Vela

En círculos funcionariales donde la defenestración de Ana Brusola como secretaria autonómica de Administraciones Públicas ha sido celebrada, se recordaba que el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, ya anticipó sus ­desavenencias con ella cuando presentó a su equipo. Entonces, apuntó que esperaba que las discrepancias del pasado no afectaran al presente para que ella pudiera dedicarse a la función pública y él al presupuesto.