Una disputa entre partidarios y detractores de que la Virgen de Tejeda porte peluca en la ofrenda que se celebró ayer en Garaballa (Cuenca) obligó el martes y ayer a intervenir a una patrulla de la Guardia Civil para calmar los ánimos.

Según confirmaron a Efe fuentes parroquiales del santuario de Nuestra Señora de Tejeda, "una minoría", encabezada por la alcaldesa de la localidad, Aurelia Palomares (PP), quiso "adueñarse" de la Virgen de Tejeda para taparla con una peluca, saltándose la decisión de la Iglesia, que quiere que se prescinda de ella.

Varias decenas de vecinos y oriundos de la población participaron en los incidentes, calificados ya de desagradables tanto por ellos como por los responsables eclesiásticos. La forma de vestir y procesionar se decidió incluso con una moción en un pleno extraordinario municipal en agosto.

En este sentido, la regidora explicó a Efe que este asunto se debatió en una sesión plenaria porque los vecinos le habían pedido en reiteradas ocasiones que la imagen debería llevar peluca, además de otros atuendos. "Queremos que se respeten las tradiciones y salga como toda la vida", indicó Palomares, quien señaló que no quieren que "un cura u otro se la quite según convenga".

"Ya está solucionado", aseguró el martes la alcaldesa, sin saber que la Guardia Civil volvería a actuar un día después, ayer tarde, para permitir la salida de la virgen de la iglesia de Garaballa. Y es que el párroco decidió quitarle la peluca para la ofrenda, que contaba con representaciones de localidades valencianas como Sinarcas, Camporrobles, Ademuz o Alpuente. El hecho no sentó nada bien a algunos vecinos de la localidad que decidieron bloquear la salida de la imagen del recinto eclesiástico, según fuentes presenciales consultadas por Levante-EMV.

Finalmente, tras la actuación de las fuerzas de seguridad, las más de 3.000 personas que acudieron a la ofrenda ayer pudieron ver la talla de piedra del siglo VII que representa a la Virgen de Tejeda sin peluca. La tensión se palpa en las calles del municipio en plenas fiestas, a la espera de saber qué pasará en la procesión de hoy.