Al medio centenar de diputados y senadores valencianos no le conviene, en general, que se reinstaure el impuesto de patrimonio. La declaración de bienes y actividades de sus señorías en Madrid revela que populares y socialistas —la cosecha valenciana de las generales de 2008 fue bipartidista— tienen los riñones mejor cubiertos que los diputados de las Corts.

Buena parte de los parlamentarios en Madrid tienen una destacada hacienda inmobiliaria, en varios casos hasta cuatro viviendas y otras propiedades y activos en depósitos, acciones o planes de pensiones por cientos de miles de euros. Los populares Mari Ángeles Crespo, alcaldesa de Carlet, Gerardo Camps, Federico Trillo o Miguel Peralta y los socialistas Ciprià Ciscar, Carmen Alborch o Joan Lerma están en a lista de los más pudientes. Federico Trillo tiene una renta de 466.353 euros, de los que 396.502 son por las participaciones en Estudio Jurídico Labor y 49.037 euros de ingresos del PP, además de 57.222 euros en cuentas, tres viviendas y dos plazas de garaje.

Miguel Peralta declara cuatro viviendas, cuatro plazas de garaje y 76.875 euros en activos muebles. Poco comparado con la alcaldesa de Carlet. Crespo presentó en el registro de bienes 20 propiedades, con distintos porcentajes de participación en viviendas, solares y garajes. Entre depósitos, cuentas y acciones, supera el millón de euros en activos. En el PP, Gerardo Camps declara una vivienda con garaje, ocho pisos y nueve locales, la mayoría heredados, y con una participación en su propiedad. El exvicepresidente del Consell manifiesta tener 94.000 euros en depósitos bancarios y otros activos financieros. Ciprià Ciscar (287.160 en cuentas y acciones, cuatro viviendas, tres fincas rústicas y un local comercial, la mayoría herencias, con un valor catastral de 1.222.312 euros); Carmen Alborch (cuatro pisos y un 7,25% de otros seis en copropiedad y 116.000 en activos no inmobiliarios) y Joan Lerma (333.176 euros en cuentas, depósitos, deuda y fondos de pensiones, dos viviendas y dos garajes, entre otras propiedades) son los socialistas con más patrimonio.

Al contrario que en las Corts, donde 14 de los 99 diputados no declaraban vivienda en propiedad, en el Congreso y el Senado hay pocos «sin techo». Esteban González Pons, Francisco Murcia Barceló, Míriam Blasco, Alfonso Ferrada e Ignacio Gil Lázaro, todos del PP, no poseen, según dicen, ningún inmueble. Pero Gil Lázaro tiene 300.000 euros en otros activos, y Ferrada participa en sociedades. Los más pobres son Murcia Barceló y González Pons. El primero tiene 4.600 euros en el banco y debe 5.335. Pons percibe del PP, como ayuda por vivir en Madrid, 75.797 euros, pero tuvo que aplazar el pago de 8.365 euros por el IRPF por su falta de liquidez. Ha tenido que hacer frente una sentencia de divorcio que le obliga a pagar 28.116 euros al año.

Una de las constantes que se observan en la práctica totalidad de las declaraciones es la falta de información (no apuntan el sueldo de parlamentarios), especialmente en las declaraciones inmobiliarias. En muchos casos sus señorías se limitan a inscribir «piso», «vivienda» o «casa», la ciudad y el año de adquisición o herencia. Es el caso de Adela Pedrosa, Macarena Montesinos o Miguel Peralta o el senador Josep Maria Àngel, que declara una «vivienda con garaje y jardín». Algunos, como Carmen Alborch, Juan Pascual Azorín o Batiste Cardona, detallan los metros cuadrados de la vivienda o la finca rústica.

Los que se llevan la palma del rigor en la exposición de su patrimonio son los socialistas Ciprià Ciscar y José Luis Ábalos. El primero, que desglosa la superficie de cada vivienda, cita la fecha de adquisición, herencia o donación y explica el valor catastral, de 1.222.312, 80 euros en conjunto. En el capítulo de observaciones explica la evolución de su patrimonio, en el que se cuenta una casa unifamiliar de 530 metros, un local comercial de 650, una casa de 106 y un piso de 100, recibidos en herencia o por donación. Explica Ciscar cómo y cuándo compró —con dinero en parte de otras ventas—dos plazas de aparcamiento, una vivienda de 188 metros y una finca de 15 hectáreas en Teruel con una casa de 380 metros.

El diputado socialista recibió en herencia una finca de 100 hectáreas de secano, con una casa de 400 metros, y tres parcelas de regadío.

Ciscar tiene una hipoteca de 140.725 euros pendientes de pago. El diputado Ábalos es otro de los pocos que desglosa el valor catastral de sus bienes, que asciende a 162.744 euros. Ábalos declara tres viviendas (en una posee el 50%), dos locales comerciales (en un caso tiene un tercio) y una plaza de aparcamiento. El senador por Castelló Cardona declara tres fincas rústicas, entre ellas una de 6,7 hectáreas de olivos y otra de 1,7 de monte.

Los diputados del Congreso y senadores confían más en el sistema público de pensiones que los diputados en Corts. Los planes privados de jubilación no abundan, aunque están bien nutridos. Así, el senador Josep Mª Àngel tiene más de 76.000 euros en estos activos. Joan Lerma, 33.880. Andrea Fabra, hija del expresidente de la Diputación de Castelló, tiene 55.825 euros en planes de pensiones.

Uriarte vive en 20 metros

En el capítulo de deudas hipotecarias, destaca Federico Trillo, que tiene pendientes de pago 853.790 euros. Al socialista José Luis Ábalos le quedan por saldar 309.500 euros por tres préstamos hipotecarios formalizados por la adquisición de otros tantos inmuebles. A la exportavoz municipal del PSPV en Valencia, Carmen Alborch, también le cargan todos los meses la letra de tres hipotecas, de las que le quedan por abonar 186.107 para saldar deudas. Andrea Fabra lo tiene más complicado. Declara poco más de 16.500 en cuentas bancarias, una con su marido, y acciones. Y tiene que hacer frente al 50% de una hipoteca de 495.630 euros. En situación difícil está Nacho Uriarte, quien tiene 2.800 euros en el banco y debe 172.000 euros por la hipoteca de un estudio de 20 metros que compró en Madrid. La socialista Juana Serna está en el club de los que no deben un euro al banco. Mari Ángeles Crespo comparte esta situación.

El rugido de los motores y el olor a gasolina parece que no hipnotiza a los parlamentarios. La mayoría de los vehículos son utilitarios. En general. Porque Adela Pedrosa declara cuatro coches (entre ellos un Mercedes 220) y una moto de gran cilindrada. Gerardo Camps declara dos Volvo, un Mercedes Clase A y una moto Yamaha.

Josep Maria Àngel declara un Lancia Y, un Audi A4, un Mercedes A150 y un Astra, mientras que ciscar opta por el diseño del Alfa Romeo 156 y la sobriedad del BMW X·.Andrea Fabra declara un Ford Fiesta y un Ford Kuga.

Litografías, alquiler de quiosco y barco

No todo el patrimonio se reduce al ladrillo, a vehículos y a dinero, aunque al final casi todo en la vida se tasa en euros. La declaración de la exministra Carmen Alborch es la única en la que aparecen propiedades artísticas. «Cuadros y litografías», especifica, valorados en 48.000 euros. Más valor sentimental que real tiene también la acción del Valencia SAD que declara el popular José María Chiquillo, que la perita en 55 euros.

Entre los ingresos que percibe el senador y alcalde de l´Eliana, Josep Maria Àngel, figura una renta anual de 6.148 euros por el alquiler de un quiosco familiar en Valencia.

Al expresidente Lerma le gusta perderse por el mar con su «embarcación a vela», que adquirió en 2006. Para poder navegar por la costa valenciana dispone de dos amarres, en Valencia y en Calp. También tiene barco Pedro Agramunt. La motorización terrestre de Lerma lleva la marca Opel. Un Vectra de 2003 y un Insignia de 2009 son los dos modelos que eligió. La popular Macarena Montesinos —que tiene un Audi A4, y un Toyota Carina— quiso hacer una concesión a la nostalgia y adquirió un Mehari, el dos caballos descapotable playero de Citroën.

Entre los ingresos que declara el diputado José Luis Ábalos, figuran 1.914 euros por su labor como columnista del diario ABC.

En muchos casos, sus señorías declaran rentas por dietas de asistencia a plenos y comisiones en ayuntamientos cuando compatibilizan labores municipales con las parlamentarias.