Un día después de que Rita Barberá enarbolara la «bandera» de un mayor protagonismo para el PPCV dentro del PP español, y de que reclamara el «cariño» de Mariano Rajoy para los populares valencianos, nadie dentro del partido se situó detrás la alcaldesa. Es más, diversas fuentes consultadas por este diario se mostraron abiertamente en desacuerdo con las manifestaciones realizadas por Rita Barberá el pasado viernes.

Desde la dirección regional del PPCV señalaron ayer que «sí se siente el cariño» de Rajoy hacia los populares valencianos. De hecho, apuntaron que ha sido precisamente esta semana cuando más se ha manifestado la afinidad entre Rajoy y Alberto Fabra, jefe del Consell y presidente del PPCV desde la dimisión de Camps el 20 de julio.

Y es que el pasado lunes Fabra tuvo su primer contacto con Rajoy tras la Junta Directiva Nacional celebrada en Madrid. Un encuentro de 45 minutos en el que líder del PPCV consiguió que Valencia acoja un Foro de Empleo del PP a mediados de octubre, en plena campaña; así como cambiar la fecha de la convención programática popular que se celebrará en Málaga, para que no coincida con el 9 d´Octubre y pueda asistir de este modo la delegación valenciana.

Dos gestos que, según fuentes de la calle Quart, denotan que «vuelve la normalidad en las relaciones con Génova» tras dos años marcados por la frialdad debido a la implicación del expresidente Camps en el caso Gürtel. «Volvemos a estar en el mapa del PP», destacaron gráficamente desde el PPCV.

Las palabras de Barberá ponen en evidencia a Alberto Fabra tras el encuentro con Rajoy del pasado lunes y suponen un obstáculo en su camino para normalizar las relaciones con Rajoy. Cabe recordar que Barberá no ha escondido su malestar durante la última semana con Génova por lo que ve como diversos gestos de desaire.

En la cena de arranque de curso del 2 de septiembre en Benicàssim, Barberá ya transmitió su disgusto al entender que Madrid ha dejado solo a Camps, su ahijado político, ante el proceso por el caso Gürtel. Con todo, fue este pasado viernes cuando la alcaldesa lanzó su órdago desde el ayuntamiento: «He echado de menos el cariño de Génova al PPCV, eché de menos a Rajoy en el discurso de investidura del presidente [Fabra] porque somos la fuerza más importante del PP». El PPCV «tiene la mejor militancia que yo nunca haya visto. Por eso quiero enarbolar esta bandera en nombre de la militancia de nuestro partido». La alcaldesa pidió para el PPCV «la normalidad de relación que tienen otras comunidades». Una reflexión que Barberá coronó postulándose como cabeza de lista por Valencia para el 20-N, para contrarrestar, precisamente, esa falta de protagonismo en Madrid.

Lo cierto es que las palabras de la alcaldesa han dejado descolocados a los miembros de la dirección nacional, que aún no se han pronunciado, y también a los distintos sectores del PPCV. A las críticas lanzadas ayer por el presidente del PP de Valencia, Alfonso Rus, se unen las de la dirección provincial de Alicante. Más que como una reivindicación de la militancia valenciana, desde el el entorno de José Joaquín Ripoll ven la reacción de Barberá como una reivindicación personal. «Por encima de las personas y de Rita Barberá está la Comunitat Valenciana. Rajoy trata perfectamente bien a la Comunitat Valenciana, lo vemos desde Alicante», señalaron.

«Hay que olvidarse de personalismos que nos han llevado a una mala relación [interna en el PPCV] en los últimos ocho años. Si Barberá está disgustada, Alicante no se siente representada por esa bandera. Alicante está a muerte con Fabra y con Rajoy», concluyeron fuentes del PP alicantino.