El jueves en Palma y ayer viernes en Barcelona, los presidentes Alberto Fabra y Ramón Luis Valcárcel, se han conjurado con sus homólogos balear, Jose Ramón Bauzá, y catalán, Artur Mas, para defender como grupo de presión, junto con los empresarios, el Corredor Mediterráneo. Han decidido visitar, posiblemente el 10 de octubre, al presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, para convencerle de que respalde el proyecto ferroviario.

Después de mantener un encuentro en la sede del Govern balear, los dirigentes autonómicos hicieron hincapié en la necesidad de que el Gobierno, a través de su ministro de Fomento, José Blanco, defienda el proyecto ante Bruselas con "firmeza, contundencia y claridad", en palabras del presidente murciano. Valcárcel admitió que Blanco "ha manifestado últimamente mayor nitidez" en su respaldo a la construcción de un gran eje ferroviario de transporte de mercancías que parta desde Algeciras y enlace los puertos más importantes del Mediterráneo español hasta Francia. Fabra recordó que las cinco regiones españolas que se integran en el proyecto Ferrmed, el eje ferroviario que discurriría desde Escandinavia por las cuencas del Rhin y el Ródano hasta el Mediterráneo Occidental, representan el 30 % del territorio del país, y concentran la mitad de la población, el 70% del turismo, el 50 % de las exportaciones y una actividad económica cifrada en 500.000 millones de euros.

Rajoy sigue sin mojarse

"Podemos dar un vuelco al transporte de mercancías portuario de la Unión Europea. Podemos ser el frente que compita con el norte de Europa, con los puertos de Rotterdam, Hamburgo y Amberes", subrayó Alberto Fabra. La Comisión Europea decidirá el 19 de octubre si el Corredor Mediterráneo se considera una infraestructura prioritaria.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró que el Corredor Mediterráneo es "una prioridad para toda España", aunque no ha precisado si por encima de la travesía central de los pirineos (TCP).