La política que pretende desarrollar el Conseller de Educación, Formación y Empleo, José Ciscar, está encaminada sobre todo a combatir el desempleo juvenil, como ayer puso en evidencia en su primera comparecencia en las Corts para informar sobre las líneas generales de su departamento. El grueso de sus iniciativas escolares ya las había comunicado en otros ámbitos: Impulso al plurilingüismo, plan de choque contra el fracaso y eliminación de las aulas en barracones.

Ciscar aseguró que la "gran apuesta" de esta conselleria son los Centros de Iniciativa Social (CIS), que serán construidos y gestionados por entidades privadas a las que se cederá suelo público durante 75 años. De los conciertos educativos defendió que si no existieran, la Generalitat debería invertir 696 millones de euros más al año esta partida.

El conseller avanzó en el Parlamento valenciano que "pondremos en marcha un Plan de Empleo Juvenil al que destinaremos más de cien millones de euros en esta legislatura con el objetivo de impulsar la contratación indefinida de los trabajadores mas jóvenes, al tiempo que fomentará la realización de prácticas laborales y apoyará los proyectos de los jóvenes emprendedores". La iniciativa prevé beneficiar a 15.000 personas.

Por su parte, los grupos de la oposición le reprocharon al conseller que la Comunitat Valenciana lidere el fracaso escolar y que el Consell priorice los CIS frente a los colegios e institutos públicos. Tanto la parlamentaria del PSPV Pilar Sarrión, como Josep M. Pañella -Compromís- y Marga Sanz -EUPV- denunciaron que supone la "progresiva concertación y privatización" de un sistema educativo que "agoniza". La oposición criticó que, en su opinión, consistirá en "regalar" conciertos, y destacó la dificultad que tendrá para mejorar los elevados índices de paro fruto de la cultura del "pelotazo" que caracteriza al PP.