El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no será secundado por el resto de instituciones en su gesto de recortar los actos lúdicos del 9 d'Octubre. Ni la diputación ni el ayuntamiento de Valencia tienen previsto hacer ajustes en las actividades que patrocinan con motivo del día de la Comunitat Valenciana. En concreto, fuentes de la corporación provincial que dirige Alfonso Rus confirmaron que mantendrán el concurso internacional de pirotecnia que se celebra desde hace años en el río.

El evento, que tiene un presupuesto aproximado de 120.000 euros, no sufrirá modificación alguna. Las citadas fuentes indicaron que la contratación está ya en marcha y es una actividad que saca a la calle a miles de personas y tiene un impacto económico importante para el sector hostelero.

Tampoco la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, seguirá los pasos de Fabra. Al ser preguntada por esta cuestión, la primera edil se desmarcó de la decisión y subrayó que cada administración es autónoma y el consistorio no tiene por qué imitar a la Generalitat. "Desconozco los números, pero si es un gasto superfluo me parece bien", apuntó Barberá, quien además recordó los problemas financieros del Consell y, en concreto, el aplazamiento del pago de la cuota de la seguridad social al personal laboral.

La primera edil aseguró que ese día el ayuntamiento se limita a sacar la bandera para la procesión cívica. El consistorio también respalda económicamente una parada mora, aunque no existe una partida específica para esta actividad sino que forma parte de las ayudas que anualmente otorga a las comparsas. Barberá tiene por costumbre agasajar a cada uno de los 33 concejales con una mocaorà.

Por su parte, fuentes de las Corts Valencianes indicaron que todavía no se ha tomado una decisión sobre si suspenderán o no la recepción del 25 d'Abril, día en que se rememora la batalla de Almansa y la pérdida de los fueros. Eso sí, aseguraron que, tal como ocurrió el año pasado, la "picaeta" será austera.

El ágape en el Palau de la Generalitat también sufrió una merma importante el año pasado cuando las exquisiteces de otros años fueron sustituidas por baguettes cortadas en tres partes. La supresión del piscolabis es en realidad simbólico, ya que el grueso del ahorro que prevé el Consell -200.000 euros- proviene de los actos lúdicos que por la tarde se celebraban en Valencia, Castelló y Alicante.

En el caso de Valencia, la Generalitat patrocinaba actividades para todas las familias en el río, actos que reunían a multitud de personas. De hecho, el gesto de Fabra no ha sido bien acogido por algunos sectores del PP valenciano, que consideran que con el recorte la fiesta pierde proyección, sobre todo en la sociedad civil. Aunque el acto institucional y la entrega de distinciones se mantiene -también la asignación que se otorga a algunos premiados- algunos dirigentes populares cuestionan la eliminación de los actos en la calle.

Fabra sí encontró respaldo de los empresarios. El presidente de AVE, Vicente Boluda, recordó que apoyan el recorte en todo aquello que sea superfluo y no genere valor.