La "especificidad" que representa el patrimonio acumulado por la Universitat de València en sus más de cinco siglos de historia debe ser "tenido en cuenta" en el "esfuerzo presupuestario responsable" que mantenga la Generalitat con el sistema universitario público en estos momentos de crisis, reivindicó ayer el rector Esteban Morcillo, en el acto de apertura oficial del curso 2011-12 en la institución académica, celebrado en un clima cordial pero con el espectro de los recortes económicos como principal invitado.

A la ceremonia en la sede histórica no faltó casi nadie -el presidente de la Generalitat, la alcaldesa de Valencia y dos rectores no asistieron pero tampoco se les esperaba- y se contó con los conseller de Educación, José Ciscar, y de Sanidad, Luis Rosado, a menos de dos meses de las elecciones generales. Incluso, ante el edificio blindado -dos de sus tres puertas estaban cerradas y en la calle había tres furgones policiales- un pequeño grupo de alumnos del BEA protagonizó la primera protesta sonora que recibe el nuevo titular de Educación. "Menys corbata y mès educació" gritaban.

Con el valenciano com0 única lengua del acto, Ciscar, reconoció el "esfuerzo que ya realizan las universidades y sus equipos rectorales ajustando el gasto corriente a sus inversiones" y garantizó que el Consell "en los momentos difíciles" realizará "un esfuerzo mayor para preservar las políticas sociales" como sanidad y educación. Sin embargo, advirtió de que es "necesario un esfuerzo adicional para introducir la máxima de eficiencia en su gestión y optimización de los recursos disponibles".

También el rector Morcillo reiteró "la petición del mantenimiento del esfuerzo responsable de la administración" al recordar que las universidades públicas "ya hemos padecido ajustes presupuestarios y hemos demostrado sentido institucional y responsabilidad social" tanto en el pasado como en el mismo septiembre al "asumir costes de financiación y tensiones de tesorería, que suponen un importante esfuezo en la administración de recursos púbicos" subrayó.

En su opinión, reclamar la "ayuda necesaria" para el desarrollo de nuevos estudios e iniciativas de interés social "para no quedarse atrás en un contexto internacional no son privilegios ni excepciones en un momento crítico para todos. Lo que demandamos es una decisión política para un futuro mejor" porque "si de verdad se cree en la centralidad de la Universidad y la Educación, esta prioridad tiene que plasmarse efectivamente en su financiación" añadió el rector.

Ambos, tanto Morcillo como Ciscar, coincidieron en la importancia para el futuro que tiene la formación de los jóvenes. "Somos conscientes de que el bienestar social y la prosperidad económica de un país dependen en gran medida del novel de la educación. La universidad es un sector estratégico que aporta valor añadió a las personas" declaró el rector mientras que el conseller apuntó que "somos muy conscientes de que de la educación y la formación de nuestros jóvenes hoy, depende el futuro de la sociedad"