A menos de diez días de celebración, Valencia se ha quedado sin tres congresos de la dependencia —uno nacional, uno internacional y otro iberoamericano— que iban a celebrarse del 20 al 22 de octubre en el pabellón acristalado de la Feria de Muestras y que la Federación Empresarial de la Dependencia ha suspendido por «los recortes e importantes retrasos de los cobros de las plazas y de los servicios concertados en casi todas las Administraciones Públicas».

En su lugar, la organización ha convocado para el día 21 una jornada monográfica para acordar una postura conjunta de todo el sector ante las deudas de la Administración y analizar el futuro de la asistencia socio-sanitaria en España, que en estos momentos pende de un hilo por los impagos y retrasos.

A este encuentro de un día asistirán los 500 empresarios españoles que ya habían confirmado su presencia en el congreso nacional y representantes de las comunidades autónomas que darán a conocer los datos reales de la deuda y el número de dependientes, empresas y trabajadores que se verán afectados si a corto plazo no se solventa el impago.

Al término de la jornada se acordarán una serie de acciones que se llevarán a cabo en todo el país ante «la asfixiante deuda de la Administración Pública con las empresas del sector que, en breve, puede ocasionar un aluvión de cierres ante la imposibilidad de mantener la actividad y la atención a los dependientes en las condiciones actuales», ya que la demora en el pago sobrepasa un año en algunas comunidades.

La Federación ha señalado que la suspensión de los tres congresos es una «llamada de atención» a la sociedad y a las Administraciones públicas ante una situación que consideran «alarmante» y que puede desintegrar la red socio-asistencial española que está dirigida sobre todo a las personas mayores, discapacitados y enfermos mentales.

Los congresos, después del 20N

La idea de la empresarial es aplazar la celebración de los tres congresos hasta después de las elecciones para negociar el futuro del sector con los miembros del nuevo gobierno.

Fuentes del sector no pudieron precisar ayer el importe de la deuda, si bien se aproxima a los datos que han facilitado los sindicatos que la sitúan en 75 millones de euros. Tan afectados están los empresarios con residencias como los servicios concertados de los centros de día y de ayudas a domicilio.

«El problema es la pérdida de prestaciones a personas que lo necesitan y debatir cuál va a ser el futuro del sector de la dependencia», indicaron fuentes de la federación de atención a la tercera edad, que afirmaron que en la jornada se van a ofrecer todas las soluciones posibles para que el sector se mantenga viable.

Luchar por la viabilidad del sector

Además de los despidos y los posibles cierres de empresas en caso de que la Generalitat Valenciana no salde la deuda pendiente de la dependencia, los más perjudicados por esta situación de inestabilidad económica que agita el sector son los propios dependientes y sus familias. ¿Dónde irán? ¿Quién se hará cargo de ellos? ¿Cómo van a recibir las prestaciones que necesitan?Quinientos empresarios del sector de la dependencia con residencias de tercera edad, centros para discapacitados y para enfermos mentales afectados por los impagos de la Administración van a acordar qué estrategia adoptarán para salir de la situación y mantener el servicio. La postura conjunta que se debatirá pivota sobre tres argumentos: que es un sector necesario, tanto si es público, privado como concertado; que es eficiente y que genera un retorno económico al Estado directo o indirecto, ya sea como impuestos o seguridad social, y del que se beneficia un volumen muy elevado de personas, ya sean trabajadores, empresarios o dependientes. De mantenerse esta situación, en uno o dos meses pueden empezar a conocerse los primeros cierres, ya que hay centros en una situación muy límite.