El investigador del Centro de Investigaciones sobre Desertización de Albal, Juli Pausas, asegura en su blog que el principal motor del cambio en el régimen de incendios en la Comunitat Valenciana fue el aumento de la cantidad de combustible y la continuidad de las masas vegetales debido a la despoblación rural. Tras el éxodo, la vegetación crecía incontrolable y acumulaba combustible en las fincas abandonadas, lo que sugiere que los incendios tuvieron limitado el combustible antes de llegar la década de los setenta.

Estos factores -más cantidad de combustible y mayor continuidad entre las masas forestales- tienen, según los investigadores, un peso mayor que el de los posibles cambios registrados en el clima, aunque actúan como "motor" de los incendios forestales en un escenario marcado por el cambio climático en el que se esperan sequías cada vez más frecuentes e intensas.

Según Juli Pausas, el mismo proceso se reproduce en la región mediterránea y los grandes incendios en Grecia durante la ola de calor de 2007 "son un buen ejemplo". "Curiosamente, al mismo tiempo que se publico nuestro estudio, se ha conocido un trabajo similar que demuestra que la reducción en la presión de pastoreo está detrás de los grandes incendios en la ex Unión Soviética", añadió.