El Ministerio de Fomento pone hoy en servicio el tramo de la variante del Barranco de la Batalla en Alcoi (l'Alcoià) con el que se completa el itinerario de la Autovía Central entre Valencia y Alicante. Con la apertura de este último tramo de la A-7, que ha supuesto una inversión del Gobierno de España de 95 millones de euros, la conexión vial por las comarcas del interior de las provincias de Valencia y Alicante "se beneficia de un nuevo corredor de alta capacidad, elevados niveles de funcionalidad y de seguridad vial". La nueva autovía permite evitar el peaje de la autopista por el litoral, la AP-7, pero se convierte en la tercera carretera de gran capacidad que comunica Valencia y Alicante (un lujo, en época de crisis). Tras la desaparición de los 6 kilómetros de carretera sinuosa por el barranco de la Batalla, el viaje entre ambas capitales por el interior se podrá cubrir en una hora y 35 minutos, respetando los límites de velocidad.

La inversión total de Fomento para completar la autovía A-7 entre Valencia y Alicante ha ascendido a 316,3 millones de euros. El tramo de la variante del Barranco de la Batalla de la A-7 se localiza íntegramente en el término municipal de Alcoi y albergará un tráfico de más de 25.000 vehículos al día.

El trazado se inicia a continuación del tramo de autovía de la variante de Ibi-Castalla, en el enlace de Xixona, y finaliza en el tramo de autovía de la variante de Alcoi, en su enlace sur, que conecta con la ciudad alcoyana a través de un ramal que se puso en servicio en diciembre de 2009.

La compleja orografía ha obligado a la construcción de grandes estructuras, entre las que destacan los túneles sur y norte del paraje de la Font Roja, constituidos por dos tubos dobles de más de 900 y 600 metros de longitud respectivamente; un viaducto doble sobre el barranco de la Batalla de 205 metros de longitud total, con luz máxima de 103 metros y altura máxima en pilas de 61 metros; y un sistema de pasos de fauna sobre la autovía como protección ambiental de la zona.

Además, la variante del Barranco de la Batalla "ha visto su diseño y ejecución condicionada de manera muy significativa debido a que atraviesa parajes de gran valor ambiental", como son el parque natural del Carrascar de la Font Roja, el bien de interés cultural (BIC) del Molinar de Alcoi y el lugar de interés comunitario (LIC) de la Cova Juliana habitada por una colonia de murciélagos, que obligó a aplicar un exhaustivo control de la integridad de la cueva y su microclima.