Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha precisado que la auditoría realizada a la línea 1 de metro antes del accidente de 2006 "en absoluto tenía como objeto la seguridad en la explotación ferroviaria/tranviaria". Matiza así unas informaciones aparecidas en este periódico el pasado 6 de noviembre en las que se aseguraba que una auditoría realizada a la línea 1 desveló deficiencias en la prevención de accidentes.

En un escrito, FGV ha señalado que el informe final de la auditoría se llevó a cabo "el 30 de abril de 2007, con lo que de un lado, su entrega a FGV tuvo que ser posterior a dicha fecha y, de otro, en modo alguno podía cuestionar nada con anterioridad al accidente". "Los auditores -continúa el escrito-, con anterioridad a la fatídica fecha, sólo habían revisado determinada documentación y visitado distintas instalaciones de la empresa: oficinas, puesto de mando y talleres". "Antes del accidente no se tenía conocimiento de ninguna irregularidad porque el informe se entregó después del mes de abril de 2007", indica la empresa.

FGV señala que la intención de la auditoría era "el examen de gestión en materia de prevención de riesgos laborales -y así se hace constar en la misma- a fin de ofrecer una imagen fiel del estado, adecuación y grado de implantación de la prevención en FGV en base a la normativa de riesgos laborales". La entidad asegura que esta auditoría "se extendía a todos los trabajadores de FGV así como a sus actividades, áreas de trabajo, procesos e instalaciones de los centros de trabajo".

Las pruebas se limitaron a "visitas a oficinas, puestos de mando, talleres de Valencia-Sud, Naranjos y Machado en Valencia, a oficinas, estaciones y talleres de Alicante y a la estación y los talleres de Dénia". Asimismo, se llevaron a cabo "entrevistas con personas con responsabilidad en riesgos laborales y con delegados de prevención", así como verificación del "mantenimiento de equipos e instalaciones a los que fuese de aplicación normativa específica (montacargas, aparatos elevadores, centros de formación, etcétera...), así como grado de implantación y eficacia de las medidas de control interno".

Además, el documento especifica que "el hecho de que no existieran planes de emergencia en distintos centros de trabajo de FGV no implica, per se, que la línea en la que se produjo el accidente careciera del antedicho plan de emergencia". El informe añade, con respecto a la línea 1, que FGV elaboró "por medios externos, el plan de emergencias de la línea Dènia-Alicante actualizada en marzo de 2006", por lo que en el escrito se señala que no es cierto que la deficiencia más grave detectada sea "la relativa a la seguridad de las instalaciones".