Ni Castilla-La Mancha, ni Extremadura, comunidades donde el PP ha puesto el foco del descontrol en las cuentas públicas. La Generalitat lidera el ránking de las autonomías más endeudadas de España al acumular al cierre del primer semestre de 2011 la friolera de 20.547 millones en préstamos —un 16,7% más que un año antes—, lo que equivale al 19,9% de la riqueza generada en un año por la Comunitat Valenciana (PIB regional), por delante de Cataluña (19,2%), Castilla-Mancha (17,2%) y Baleares (16,9%). En valores absolutos el Consell es el segundo con mayor endeudamiento a sus espaldas, sólo superado por Cataluña (38.530 millones), y por delante de Madrid (14.798 millones) y Andalucía (13.545 millones).

Además de los 20.547 millones, una cifra que pulveriza una vez más el récord de deuda, hay otros 1.725 millones de créditos de las empresas y organismos de la Generalitat que no se consideran Administración pública y no computan a efectos de Hacienda y de la Unión Europea. El volumen representa otro 1,7% más de lastre sobre el PIB. Sumando ambas cargas, la deuda sube a 22.272 millones, un 14,8% más que en junio de 2010 y el 21,6% del PIB valenciano, por debajo de Cataluña (23,2) y por delante de Castilla-La Mancha (19,9).

Las cifras, hechas públicas ayer por el Banco de España, rematan una semana negra para las cuentas del Consell, tras conocerse que hasta junio el Ejecutivo autonómico fue uno de los que excedieron el déficit marcado por Madrid (con el 1,92%, cuando el tope para todo el año es el 1,3%); el Plan de Austeridad sólo ha permitido ahorrar 61 millones; y la agencia Fitch rebajó la calificación de su deuda y de otras cuatro autonomías precisamente por su elevada carga y el deterioro de los ingresos. La bajada se traduce en préstamos más caros.

El lastre de la deuda equivale a presupuesto y medio de la Generalitat. En el último año ha crecido 2.943 millones (2,5 puntos más sobre el PIB), a un ritmo de 735 millones cada 90 días. Sólo en un trimestre ha subido 1.284 millones. Pese a ello, el Consell no puede afrontar sus compromisos con los proveedores. En 1995, último ejercicio socialista, el peso de la deuda sobre el PIB era del 6,5%. En 2003, con Camps, fue del 10,5, la mitad que ahora. Las únicas notas positivas son que el Consell redujo en 69 millones, un 3,8%, el lastre de las empresas, cuando en el conjunto autonómico creció un 8%, y que el incremento anual del 16,7% fue el cuarto menor de todas las regiones.

La Generalitat se mantiene como líder en endeudamiento desde 2000, aunque ahora las cifras de evolución del conjunto de las autonomías son incluso más alarmantes. En un año, los créditos autonómicos han crecido un 23,5% hasta alcanzar los 133.172 millones, el 12,4% del PIB. Más de la mitad del volumen se concentra en la C. Valenciana, Cataluña y Madrid. Desde 1995, el endeudamiento autonómico no ha parado de crecer pese a los compromisos de estabilidad. Cantabria, con un 75,3%, encabeza el crecimiento de la deuda en el semestre, seguida de Extremadura (50,4), Asturias (49,4), Murcia (48,8) y Castilla y León (46,9). Por contra, donde menos subió fue en Canarias (0,8%), Galicia (4,8), Madrid (13,8) y C. Valenciana.

En total, la deuda del conjunto de las Administraciones públicas creció el 16,5% en el segundo trimestre, hasta 702.806 millones, el 65,2% del PIB nacional. En un año ha aumentado 8 puntos, ya que en junio de 2010 equivalía al 57,2% de la riqueza. La cifra supera en 5,2 puntos el límite establecido por el Pacto de Estabilidad de la UE, que es del 60 % del PIB. La deuda de la Administración central se incrementó mucho menos que la autonómica, un 15,93%, hasta sumar 531.994 millones (el 49,4 % del PIB). Mejor fue el comportamiento de las corporaciones locales, con una subida del 3,06 %, 37.640 millones y el 3,5 % del PIB nacional.

«La cuarta que menos aumenta»

La Generalitat, a través del director del Instituto de Finanzas, Jorge Vela, puso el acento en que la C. Valenciana es la cuarta autonomía en la que menos se ha elevado el endeudamiento en el último año, 6,3 puntos por debajo de la media. Vela reivindicó la deuda como «una herramienta perfectamente válida para obtener liquidez y mejorar nuestros niveles de financiación». «No podemos dejar que la crisis que está afectando a las economías se traslade a los valencianos», afirmó. La portavoz del Consell, Lola Jonhson, atribuyó el déficit a que «no entran ingresos que estaban previstos». A su juicio, el «desequilibrio» entre ingresos y gastos se debe, en parte, a los ingresos previstos por parte del Gobierno central que «no se han materializado».

«Una bola de nieve imparable»

El portavoz de Economía del PSPV en las Corts, Julián López, lamentó que mientras la deuda de la Comunitat ha crecido en 1.300 millones en solo tres meses, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, «aún no ha dicho qué piensa hacer o cuáles son las medidas para hacer frente a esta situación». «Con una deuda que roza el 20% del PIB, la más elevada de todas las comunidades, se está generando un efecto bola de nieve que el Consell es incapaz de parar», aseveró.