El planteamiento y desarrollo de las jornadas era el mismo, los encargados de montar el foro -entre ellos tres imputados en una pieza del caso Palma Arena y el yerno del Rey, Iñaki Urdangarín- eran los mismos, el contenido (la incidencia de los grandes eventos deportivos en el desarrollo de las ciudades que los acogen), similar, y la entidad organizadora, exactamente la misma.

Una de las pocas diferencias entre el Valencia Summit y el Fòrum Illes Balears, su versión mallorquina, radica en que la entidad que presidía Urdangarín cobró del Consell y de la Fundación Turismo Valencia, controlada por el ayuntamiento de la capital, el doble de lo que percibió del Govern de Jaume Matas.

De las instituciones valencianas, Nóos se llevó 4.521.000 euros por las tres ediciones del Valencia Summit (2004, 2005 y 2006), mientras que en Mallorca montó dos años esas jornadas de tres y cuatro días (en 2005 y 2006) e ingresó 2,3 millones. La contabilidad y la memoria de actividades de la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau correspondientes a 2006, a la que ha tenido acceso este diario, revela que en esa edición, se le pagaron 646.018,11 euros, al margen de los 694.155 que le abonó la Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Cacsa), en virtud del convenio suscrito por Consell, la fundación y el Instituto Nóos para cuatro años, que finalmente fueron tres.

Nóos cobró por dos vías, según adelantó este diario el 10 de noviembre: el canon anual de 900.000 euros más IVA, a medias entre Consell y Turismo Valencia, y los gastos de desplazamiento y alojamiento, facturados aparte. Por este segundo concepto, el instituto que presidió Urdangarín hasta 2006 se llevó 1,007 millones de euros. Las partes se obligaron en el convenio a guardar confidencialidad sobre los extremos acordados, según contó ayer el diario Público.

Las objeciones del síndic

Otra diferencia con Valencia es que en Mallorca, el juez José Castro y la Fiscalía Anticorrupción investigan los pagos. Concretamente, la presunta desviación de fondos públicos desde el Institut Balear de Turisme (Ibatur) y la Fundació Illes Balears, dependientes del ex director general de Deportes José Luis "Pepote" Ballester, a una trama de empresas controladas por el yerno del Rey, su socio Diego Torres y colaboradores. Nóos habría sido utilizado, según Castro, como estación de paso para un dinero que acabó, a través de la facturación de informes de consultoría, en sociedades como la promotora Aizoon, SL, en cuyo consejo estaba la Infanta Cristina.

La Sindicatura de Comptes denunció que no estaba "acreditada suficientemente la necesidad del gasto", por parte de Cacsa, en los foros Valencia Summit de 2005 y 2006. Entre las irregularidades detectadas por el organismo fiscalizador destaca que no se acreditaron en el expediente "las razones que motivan esta colaboración", en alusión al acuerdo de Nóos con Consell y ayuntamiento, y los motivos por los que se eligió a Urdangarín a dedo, haciendo una "excepción en los principios de publicidad y concurrencia" recogidos en la ley de contratos.

El Consell ingresó otros 382.000 euros a Nóos para impulsar la candidatura de Valencia como sede de unos Juegos Europeos inexistentes, hasta hoy. Se aprobó una partida de tres millones, pero el Gobierno de Camps sólo admitió haber abonado la cifra apuntada.