La victoria de Mariano Rajoy en las urnas y el cambio de color de la Administración comportará la salida de sus puestos, no sólo de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, sino también la de una veintena de altos cargos y personal de confianza valencianos en los diferentes ministerios y empresas públicas. Aunque el ritmo de las «cartas de despido» no será el mismo. Si el PP cumple la tradición, una vez Rajoy nombre su nuevo Gobierno —antes de la próxima Nochebuena—, en el primer Consejo de Ministros se procederá al cese de los secretarios de Estado y el nombramiento de sus sustitutos del PP. Esta primera fase no afectará a ningún responsable de origen valenciano ya que el PSPV no logró colocar a nadie en estos puestos clave en la estructura de la Administración.

En el segundo Consejo de Ministros le tocará el turno a los cargos con rango de subsecretario, secretario general y delegados del Gobierno. Ana Botella, delegada del Ejecutivo en la Comunitat Valenciana, entrará en este cupo. Posteriormente, el nuevo delegado procederá al relevo de los subdelegados del Gobierno para cada provincia, Luis Felipe Martínez (Valencia), José Pérez Grau (Alicante) y Antonio Lorenzo (Castelló), respectivamente. En el tercer Consejo de Ministros le llegará el turno a los directores generales. Ahí es donde los responsables socialistas sufrirán la mayor sangría. Cuatro de ellos saldrán del departamento que dirige todavía Pajín. Así, perderán sus puestos la exdiputada en las Corts y actual delegada del Gobierno para el Plan Nacional contra la Droga, Nuria Espí; la directora del Instituto de la Mujer, Teresa Blat, con una amplia trayectoria política y esposa del exsecretario de organización del PSOE y diputado en Madrid, Ciprià Ciscar; Carmen Moya, directora de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud; y la directora genera de Consumo y excandidata a la alcaldía de Alicante, Etelvina Andreu.

Responsables en las empresas

También serán relevados cargos como el director general de Turespaña y exdelegado del Gobierno en la C. Valenciana, Antonio Bernabé; el director general de Formación Profesional, Miguel Soler; el secretario general técnico del Ministerio de la Presidencia, Fernando Flores; y el director de la Agencia Tributaria, José María Meseguer. Una vez los futuros ministros del PP aterricen en sus departamentos, le llegará el cese a los responsables de sociedades y empresas públicas. Entre ellos, el exconseller de Economía y extitular del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez, y al presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) y exresponsable de Agricultura del PSPV, Francisco Rodríguez Mulero. Con los nuevos titulares del sector público estatal, se verán afectados cargos como Francesc Romeu, director de Innovación y Accesibilidad de Renfe, así como el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues.

El personal de confianza de los diferentes gabinetes recibirá el despido en el momento que se releve al cargo que los designó. En esa situación está el director del gabinete de secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, Arcadi España, quien figuraba, aunque no en lugar de salida, en la lista del PSPV por Valencia al Congreso en los comicios el 20N. Igualmente se verá afectada Pilar Pérez, asesora del gabinete de la secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional.

Al margen de estos responsables de la Administración, el PSPV afronta el reto de mantener algunas plazas clave en las Cortes Generales, dentro de la diezmada representación socialista. De un lado, la senadora Carmen Alborch, ahora secretaria primera de la Cámara Alta, tiene más complicado continuar en la Mesa, desde donde se controla la marcha de la institución. Tampoco lo tendrá fácil el expresidente de la Generalitat Joan Lerma, quien preside el foro más importante del Senado, la Comisión General de las Autonomías. No menos clave será la pugna por situar a diputados del PSPV en la dirección del grupo socialista en el Congreso, con una lista liderada en Valencia por Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien antes de la campaña dejó la secretaría general de Infraestructuras de Fomento.

La mayoría tiene salida, salvo casos como Romeu y Espí

La casi totalidad de los cargos que perderá el puesto con la llegada de los nuevos responsables del Gobierno de Mariano Rajoy tiene las espaldas cubiertas con plazas docentes o de funcionario, aunque hay excepciones. Es el caso de Nuria Espí, exdiputada socialista en las Corts, quien fue fichada por Leire Pajín como delegada del Gobierno para el Plan Nacional contra la Droga. En una situación similar está Francesc Romeu, director de Innovación y Accesibilidad de Renfe, que tendrá que buscar acomodo. Romeu se ha lanzado ya a la batalla por cambiar la actual dirección del PSPV, para la que se postula. El exdirector de la Fundación Jaime Vera del PSOE ya intentó en el congreso de 2008 disputarle la secretaría general del PSPV a Jorge Alarte.

En cambio, Aurelio Martínez es catedrático de Economía en la Universitat de València, mientras son funcionarios de la Generalitat Bernabé (venía del antiguo Consell Metropolità de l´Horta), Teresa Blat, Ana Botella (en el Impiva), Antonio Lorenzo o Francisco Rodríguez. Funcionario del Estado es Luis Felipe Martínez, mientras que tiene plaza en la Conselleria de Educación Miguel Soler. José Pérez Grau es docente; Juan José Moragues, catedrático de Ingeniería en la Politécnica; Carmen Moya, médica; Meseguer, inspector de Hacienda; y con plaza de profesores en la universidad, Andreu y Flores.