Las prácticas que algunos cargos del PP realizaron durante años con los fondos públicos de la depuradora de Pinedo y que el PSPV ha llevado a los tribunales han terminado por sonrojar a propios y extraños en la Comunitat Valenciana. Tras revelarse ayer que el exgerente de Emarsa Esteban Cuesta había pagado viajes a Bucarest y Bolonia a ocho traductoras y empresarias de Rumanía y se había alojado junto a ellas en hoteles de lujo de Alicante y Benicàssim a costa del erario público, tanto los socialistas como Compromís mostraron su indignación.

Ambos partidos exigieron una investigación en las Corts Valencianes y la comparecencia de la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, para que aclare si con dinero de los contribuyentes se pagaron prostitutas. Cabe recordar que la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de Agricultura, era el organismo público que financiaba el 90 % de la saqueada Emarsa. Además, esta institución, según publicó Levante-EMV, pagaba tres veces más por depurar el agua en Pinedo que en el resto de plantas de la C. Valenciana.

El portavoz socialista en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), Ramón Marí, también exigió al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que depuren responsabilidades y que expliquen a dónde fueron a parar los más de 135 millones que recibió la empresa pública desmantelada entre 2001 y 2010. Pese a que hay 16 imputados, algunos de ellos cargos del PP, de momento sólo Esteban Cuesta ha sido suspendido de militancia.

Marí señaló que el saqueo de Emarsa es "un escándalo mayor de lo que nunca pudimos imaginar", y calificó de "auténtica vergüenza" los datos conocidos a través de la investigación judicial, entre los que destacan todo tipo delitos investigados por el juez como malversación de fondos públicos, estafa o falsificación documental.

"Traductoras de francés y griego"

El también diputado provincial destacó que Rita Barberá "controla la mayoría de la Entidad Metropolitana y tiene una inmensa responsabilidad política en el caso" y consideró que "nadie puede explicarse por qué se pagaba a unas mujeres los viajes desde Rumanía y se alojaban en hoteles con dirigentes del PP que trabajaban en la depuradora". "Yo creo que sabemos de qué tipo de traductoras estamos hablando, de las que hablan francés, griego y el kamasutra, es una vergüenza", añadió.

Marí lamentó que Barberá, el presidente provincial del PP, Alfonso Rus, y Fabra "consientan que nos suban el agua para pagar el agujero generado por la corrupción y el abuso de Emarsa".

Personación del Consell

El portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Enric Morera, exigió que la Generalitat "se persone en la denuncia contra toda la cúpula directiva y política de Emarsa por la extrema gravedad de todas las informaciones que se están haciendo públicas y que demuestran un saqueo ilimitado de los recursos públicos".

El síndic de Compromís consideró que aquí "nos escandalizamos con los asuntos sexuales de Berlusconi, o con los negocios de la mafia napolitana con la basura en Italia cuando aquí está pasando lo mismo pero peor todavía, porque la mafia ha sido instaurada y protegida por el partido del poder y si el presidente de la Generalitat quiere demostrar que él es diferente a su predecesor, es necesario que encabece una acción ejemplar", "facilite la tarea a la justicia y a la oposición" y "aparte de la vida pública a todas aquellas personas que estén implicadas en este caso de corrupción y saqueo".

"Esas personas no tienen que tener nunca más ninguna responsabilidad en la administración ni en empresas públicas porque han demostrado que no tienen una vocación de servicio público, sino una vocación de delinquir y de beneficiarse", manifestó.

La Generalitat triplicó el dinero para Emarsa entre 2003 y 2010 sin pedir explicaciones

La depuradora de Pinedo tenía firmado un convenio con la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de las consellerias de Medio Ambiente y Agricultura, para fijar el precio del tratamiento del agua, con la gestión de sus residuos y el coste de personal incluidos. Sobre este documento, trabajaba cada año una comisión mixta de técnicos y políticos de Emarsa y de la Generalitat para renegociar los precios a pagar según las necesidades. En todos esos años la entidad pagadora, que era la Generalitat, nunca puso ninguna objeción a los precios que se abonaban en la entidad pública y que se triplicaron entre 2003 y 2010. Es decir, de depurar 120.077.032 metros cúbicos de agua en 2003 por 8,7 millones de euros se pasó a abonar 19,5 por tratar 125.450.201.

Según reveló este periódico el coste de tratar el metro cúbico de agua en la depuradora era tres veces superior al que se realiza en cualquiera de las planta de la Comunitat Valenciana, también dependientes de la Epsar. En la actualidad, el juez investiga los convenios y los pagos que desde la institución se realizaron a la planta de Pinedo. Dos ex altos cargos de la Epsar, el exgerente José Juan Morenilla e Ignacio Bernacer, declararán como testigos en las próximas semanas. s.p. valencia