Veinticuatro horas después de que el presidente Fabra mostrara su apoyo a la alcaldesa de Alicante, la portavoz del Ejecutivo, Lola Johnson, suavizaba ese respaldo: no quiso arropar explícitamente a la alcaldesa de Alicante y se limitó a pedir que se respete la presunción de inocencia. "¿Usted pondría la mano en el fuego por Castedo?", se le preguntó en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. Su respuesta no dejó lugar a la duda: "La valoración que hace el Consell es que queremos que se siga investigando el asunto. Somos los primeros interesados en que continúe (el proceso), pero reclamaremos que se haga con las mayores garantías".

Johnson se postuló en estos términos para valorar las investigaciones que realizó el hermano de la primera edil, José Luis Castedo, al fiscal anticorrupción de Alicante con el fin de buscar irregularidades, tal como publicó ayer este diario. "Sólo puedo decir que el Consell está a disposición de la Justicia y qué mejor prueba de ello que queremos que se siga investigando", reiteró. Ese fue su discurso cada vez que se le preguntó por la implicación de Castedo y del exalcalde Luis Díaz Alperi en el sumario del escándalo Brugal. Concretamente, en la ramificación que apunta a un supuesto amaño del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.

La portavoz del Ejecutivo defendió el nombramiento de la hija de Alperi como nueva directora territorial de Urbanismo. "La Generalitat estima la profesionalidad de las personas que se nombran para el cargo y responde, como en todos los casos, a la idoneidad profesional de la persona para el cargo", justificó.