Aunque Fabra se mostró ayer dispuesto a seguir aplicando medidas de ajuste para controlar el déficit, el Consell lo tiene realmente difícil para cumplir con el tope legal del 1,3%. Los datos evidencian que a tres meses de liquidarse el ejercicio el desfase entre ingresos y gastos —2.432 millones de euros— está muy por encima de las previsiones. Al margen de la evolución de los gastos —Hacienda asegura que las consecuencias del plan de ajuste de julio se verán a partir de octubre— el desplome de los ingresos (caen un 9,% respecto al mismo periodo del año pasado) es clave. La imposibilidad de vender patrimonio y la negativa del Gobierno central a anticipar el Fondo de Competitividad alejan al Consell de Fabra del objetivo de déficit, ya que más de 1.000 millones en concepto de ingresos no llegarán.

393 millones por ventas. El Ejecutivo cuadró el presupuesto de 2011 con una previsión de ingresos de 393 millones en concepto de venta de patrimonio. Sin embargo, la subasta de suelo y de edificios públicos, entre ellos el emblemático inmueble de La Cigüeña, ha sido un fracaso. En plena crisis del ladrillo, la conselleria no ha tenido ninguna oferta interesante, por lo que los 393 millones de euros no se ingresarán este año. Pese al fracaso de la operación y sus consecuencias a la hora de liquidar las cuentas, la venta de patrimonio se ha vuelto a contemplar en los ingresos de 2012.

633 millones del Fondo de Competitividad. Esta cantidad fue consignada en el presupuesto de ingresos de 2011. El Consell dio por supuesto que el Gobierno, como hizo el primer año de funcionamiento del nuevo modelo, anticiparía a las comunidades los recursos correspondientes al Fondo de Competitividad. Pero Salgado, dejó claro que la transferencia no era posible.

Gastos de personal y subvenciones. En su comunicado público, Hacienda destacó el hecho de haber logrado un descenso en el 3, 3,5% de los gastos de personal frente al 3,1% conseguido a nivel nacional. También resaltó la caída de las transferencias corrientes (10,7%) frente al 4,70% del conjunto de las comunidades autónomas. Pese a la mejora de estos porcentajes; el descenso de los gastos no financieros (2,04%) no es suficiente para paliar el descalabro de los ingresos. Junto a los mencionados fallidos, la recaudación ligada a los tributos del ladrillo ha caído en los últimos años. Pese a todo, el Consell sigue renunciando al impuesto de patrimonio.