La crisis ha dejado en ridículo a muchos gobernantes por no haber sabido aprovechar los recursos que aportaron las diferentes administraciones para generar empleo y potenciar la economía local. Unos usaron los fondos del Estado del denominado Plan E. Otros hicieron lo propio con el Plan Confianza de la Generalitat o con dinero de Europa. Un puñado de consistorios ha sepultado su dinero en construcciones imposibles y proyectos sin futuro. Cada día que pasa son más los ayuntamientos que se preguntan cómo aprovechar los edificios sin disparar el gasto.

El vino de Requena

Tres millones y medio de euros costó el edificio del Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena. En octubre de 2010 el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps visitó sus instalaciones y avanzó que estaría abierto para principios de este año y se refirió a este proyecto como «una referencia de investigación enológica del siglo XXI». Cuando queda poco para finalizar el año, las instalaciones continuan cerradas. Según manifestó el alcalde de Requena el pasado mes de octubre, la licencia de actividad ya está aprobada, pero el edificio sigue sin contenido, a pesar que desde el consistorio se le ha pedido a la Conselleria de Agricultura, que dote alguna partida económica para que se abra.

En noviembre de 2008 se demolió el convento de Santo Domingo de Ayora para construir un edificio que albergaría una moderna residencia para la tercera edad con 60 plazas. Esta actuación que ha costado casi 3 millones de euros está finalizada desde principios de 2011, aunque no puede abrirse porque carece de presupuesto para dotarla de mobiliario. Bienestar Social no ha tenido para 2011 una partida económica destinada para la compra del mobiliario de la residencia para que pueda abrir sus puertas.

Doce millones en Xàtiva

La plaza de toros de Xàtiva es el símbolo de una obra concebida en otros tiempos… no tan lejanos. Pese a que viene siendo utilizada desde 2007, está inacabada y no puede cumplir la función básica para la que fue alumbrada: ser un coso cubierto y albergar todo tipo de espectáculos.

La plaza (data de 1919) es un pozo sin fondo. Tras la feria taurina de 2004, el alcalde, Alfonso Rus, sustituyó la vieja promesa de remodelarla por la de renovarla por completo y hacerla cubierta. La operación lleva ya invertidos 12 millones de euros (la oposición asegura que son 14). Pero tras haber finalizado con éxito la renovación de los tendidos y la cubierta de los mismos con un gran aro circular sujetado por una compleja estructura de hierro, el ruedo sigue al descubierto. Terminar el sombrero central cuesta alrededor de dos millones de euros que la Generalitat, en la situación actual, es imposible que subvencione. Ello impide realizar acto alguno en invierno o si llueve. Otra de las críticas hacia semejante inversión es que tras el reestreno de la plaza y con excepciones como un mitin de Rajoy y un concierto de Elton John (ambos en 2007) o espectáculos muy esporádicos, sigue albergando la misma actividad que dos mil millones de pesetas antes: dos corridas de toros al año y en verano.

En Chella, el consistorio mantiene cerrado a cal y canto el centro de día para personas mayores –de titularidad municipal–. La falta de fondos para contratar a empleados y dotar de equipamiento a las instalaciones hace imposible su apertura, tres meses después de que finalizaran las obras de construcción, con cargo a los fondos estatales de promoción de empleo (plan E). Según fuentes municipales, el presupuesto de la población para 2012 no incluye ninguna partida relativa a gastos de personal ni mantenimiento, si bien el ayuntamiento habría requerido currículums para la contratación de varios empleados. Aunque la dotación de material debía pagarla inicialmente la empresa constructora, los sobrecostes generados en la obra habrían retrasado el pago del equipamiento al centro. El centro fue adjudicado en mayo de 2009 por 477.624 euros.

Puro teatro en Dénia

Más de un ayuntamiento de la Marina Alta ha actuado con el Plan E como esos niños que se gastan la paga semanal en bagatelas. El «dinero gratis» ha alumbrado proyectos inútiles, como el del carril bici de Dénia a la Xara y al hospital, que costó 295.800 euros y del que los ciclistas huyen porque es tortuoso y peligroso. Incluso ha habido consistorios que han gestionado tan mal las obras que al final han visto cómo volaba la subvención. Le ha pasado a Dénia con el proyecto de Ecointegración Social. Sus 300.000 euros los iba a destinar primero a un ascensor en el castillo, que la dirección de Patrimonio tumbó. Luego, para el nuevo proyecto de Ecointegració Social la documentación, según el Ministerio de Administraciones Públicas, ya se presentó fuera del plazo previsto.

Y otro tanto le ha ocurrido a Calp. El capricho del anterior alcalde, Joaquim Tur, de hacer un trinquet en el «tossal» del parque de l'Ermita (los vecinos forzaron que se cambiara la ubicación) también le ha hecho perder al ayuntamiento otros 300.000 euros.

Pero el mayor fiasco de obra pública sin uso no forma parte de este plan. Es el nuevo ayuntamiento fallido de Xàbia. Construir la nueva casa consistorial costó 6,6 millones (todos ellos salieron de las arcas municipales), sin contar la expropiación de los terrenos. Ecisa hizo estas obras junto a las de los aparcamientos subterráneos y la reurbanización de las rondas del centro histórico. Ahora, el equipo de gobierno (PSPV, Xàbia Democrática y CpJ) ha devuelto el préstamo ICO de 2,5 millones que tenía concedido para equipar y poner en marcha este edificio de tres plantas y 4.000 m2. El gobierno local no quiere endeudar más a un ayuntamiento que, con 41 millones de deuda viva, es el más apremiado por los bancos en la comarca. Y ya que Xàbia no estrenará nuevo ayuntamiento, el equipo de gobierno, para sacar algo de provecho del edificio, lo ha ofrecido en alquiler. Aspira a que un hotel de cuatro estrellas, una clínica o una universidad se interesen.

El Plan Confianza también puede tener un hueco en esta historia de fiascos. El PP de Dénia ha decidido gastar todo lo que le toca en el teatro auditorio la Nau. Construirlo costará 9 millones de euros. Todavía ni se sabe cuándo se pondrá la primera piedra. Puro teatro.

*Información elaborada por:

José Ferrer, Sergio Gómez, Agustí Garzó, Alfons Padilla y Vicent X. Contrí