Quien parte y reparte se queda con la mejor parte. El refranero también es de aplicación a los empleados de la Generalitat. Los 56 trabajadores del Instituto Valenciano de Finanzas, el organismo que gestiona la deuda y la política crediticia de la Generalitat, no sufren con los rigores del resto de mortales, incluidos los más de 120.000 empleados de la Administración autonómica, la visita al banco cuando se necesita obtener liquidez. El IVF, remedo de banco público del Consell, concede préstamos a largo plazo a su plantilla a un interés del euríbor sin ningún tipo de diferencial ni recargo. El euríbor pelado. Unas condiciones que no se encuentran en el mercado. La Cuenta General referida a 2010 lo pone de manifiesto, al tiempo que señala que el montante total de fondos prestados asciende a 509.768 euros. Además, el instituto ha concedido créditos a corto plazo a sus trabajadores por importe de 109.733 euros.

Un portavoz del IVF justificó estas ventajosas condiciones señalando que son «habituales» en el sector financiero en favor de sus trabajadores. «Es el llamado beneficio social derivado del sector en el que cada uno trabaja», argumentó. Las mismas fuentes explicaron que la concesión de préstamos al euríbor, sin diferencial, forma parte de un convenio que se aprobó en 2003. Eso sí, subrayaron que hay topes en cuanto a montante y plazo de devolución. En concreto, el instituto sólo presta a cada empleado un máximo de 30.000 euros, debiendo éstos devolver los fondos en un máximo de 10 años o antes de llegar a la jubilación.

Con estas condiciones, más que para la hipoteca, se trataría de préstamos personales —donde las entidades aplican elevados tipos de interés— para adquirir, por ejemplo, un vehículo o acometer una reforma. Para calcular el euríbor aplicable en cada ejercicio a estas operaciones, se saca el promedio entre el 10 y el 20 de junio de cada año.

Al cierre de 2010, según la cuenta general, de los 509.768 euros prestados a los empleados, más de la mitad, 235.187 euros, deberán devolverlos a partir de 2015 y ejercicios posteriores. El resto de vencimientos de los préstamos se reparten así: 80.328 en 2014, 91.379 en 2013 y 102.773 en 2012. De 2011 son los mencionados 109.733 euros de préstamos a corto plazo.

La legislación que regula el IRPF obliga a computar como retribuciones en especie el diferencial generado entre el tipo aplicado a estos créditos y el interés legal del dinero, fijado por el Estado y que en 2010 fue del 4%. Asimismo, este importe debe formar parte de la base de cotización en el régimen general de la Seguridad Social, lo que afectaría a los empleados que no lleguen a la base máxima de cotización. La cuenta general no da información sobre si el IVF ha cumplido con estas exigencias legales. El informe económico remitido por el instituto sí informa de que el personal fijo con más de 12 meses de antigüedad percibe como parte de su remuneración una aportación a un plan de pensiones que se gestiona de forma externalizada y se reconoce como gastos de personal. A 31 de diciembre, este plan acumulaba un importe de 496.228 euros.

Esta ventaja se puso en marcha en 2002, cuando se aprobó la constitución de un «fondo de ayuda social» equivalente al 0,8% de la masa salarial anual desde el 3 de julio de 1995 —con la llegada del PP al Consell— y hasta el 31 de diciembre de 2002. Este mismo año se aprobó la creación del plan de pensiones, que se nutre del citado fondo social. En 2010, y de acuerdo con el reglamento que regula el plan de pensiones, la dotación ordinaria de éste debía ser de 12.520 euros, pero como la dirección general de Presupuestos les autorizó una ayuda social de 45.564 euros (a más de 800 euros de media por empleado), correspondiente al 2% de la masa salarial, se hizo una aportación extra al plan de 33.044 euros hasta completar los citados 45.564 euros. En 2009 fue más, de 56.382 euros. Cabe destacar que por el periodo 1995-2000, la aportación fue de 63.040 euros; de 14.316, en 2001; y de 14.632, en 2002. A partir de 2003, cuando se aplica el 2 %, la inyección al plan supera al año los 40.000 euros.

Los hombres copan la cúpula pese a que hay mayoría de mujeres

La cuenta general brinda un dato más que curioso: La mujeres son amplia mayoría sobre los hombres en el «banco» de la Generalitat, 36 frente a 20, pero la distribución en el escalafón no es proporcional. El mayor desfase se produce en la cúpula, donde el personal directivo en 2010 está copado por los hombres y no hay ni una sola fémina. El peldaño siguiente, los mandos intermedios, también lo dominan los varones, 7 frente a 5 mujeres. A partir de ahí se invierte: técnicos superiores, 14 mujeres y 5 hombres; técnicos medios, 2 y cero hombres; administrativos, 15 y 1; y personal de apoyo, un varón.