El Consejo Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-PV) aprobó ayer «por unanimidad» la revisión del Plan Integral de Residuos (PIR) de la Generalitat pese a las críticas comunes recibidas de instituciones tan diversas y alejadas ideológicamente como las de Comisiones Obreras, el Consell Valencià de Cultura o las organizaciones ecologistas.

El informe del CES incluye, no obstante, algunas críticas implícitas disfrazadas de sugerencias que se justificarían en la necesidad de alcanzar consensos.

Así, el presidente del CES, Rafael Cerdá destacó la necesidad de hacer «un mayor hincapié en informar y divulgar entre la ciudadanía la importancia de implicarse y llevar a cabo una buena práctica en materia de residuos».

Además, el CES cree «conveniente» incluir en el documento un cuadro resumen «vinculante» en el que se recoja «una planificación temporal y, en la medida de lo posible, cuantitativa de los

objetivos establecidos en el plan».

El Comité también entiende que podrá declararse de servicio público de titularidad autonómica la valorización energética €incineración€de las fracciones no valorizables, y no de las no valorizadas como se indica en el PIR.

Más crítico se mostró ayer CC OO PV, quien denunció que nuevo Plan del Consell no contempla el cumplimiento de las normativas europeas ni estatales para reducir la producción o la recuperación de residuos e «ignora» la lucha conta el cambio climático.

Consuelo Jarabo, secretaria de Medio Ambiente de CC OO PV recordó que el nuevo PIR no marca objetivos cuantitativos identificables, como marcan las normativas estatales €incluida la reciente ley de Residuos de julio de 2011€y europeas en esta materia, y se limita a presentar proyecciones de población y generación de residuos, siempre en tendencia ascendente, «lo que no es aceptable», según explicó Jarabo . «¿Dónde queda el obligatorio principio de prevención, reutilización y reducción de residuos? Tampoco encontramos la necesaria lucha contra el cambio climático, unicamente se señala la pretensión de llegar al residuo cero, pero sin temporalizar ni marcar porcentajes de reducción paulatina. Por tanto, parece que se va a conseguir el último año del plan por arte de magia».

Según CC OO, el nuevo PIR pasa de estimar necesaria la construcción de tres o cuatro plantas incineradoras a la utilización de hornos cementeros «sin ningún tipo de justificación más que la económica». A juicio del sindicato, las cifras del volumen de residuos destinados a la incineración planteadas en el nuevo documento son «escandalosas». «No se aporta ningún estudio económico ni financiero ni ambiental que aconseje la opción de incineración en cementeras frente a plantas específicas», destaco Jarabo.

Recientemente, el Consell Valencià de Cultura elaboró un informe sobre el PIR en el que matizaba las cifras aportadas por la Generalitat y cuestionaba la opción de la incineradora, cuyos impactos negativos, aseguraba, no quedan reflejados en el documento remitido al órgano consultivo. En sus «observaciones», el CVC no rechaza la incineración, pero sí advierte que se presenta en el documento como una alternativa «imprescindible» mediante un estudio de alternativas «que no tiene rigor».

El PIR ha recibido también numerosas críticas de organizaciones vecinales, grupos ecologistas y formaciones políticas, que coinciden en rechazar su escasa «ambición» y su apuesta por la incineración.