Manuel y Cristian Zaragoza, padre e hijo, salen a diario al caer la tarde con su pequeña embarcación de artes menores para calar las redes fijas morunas especializadas en la captura del preciado langostino de Guardamar del Segura y peces de pequeño tamaño. Pero ayer por la mañana, temprano, cuando fueron a recoger los artes se llevaron una buena sorpresa al encontrar enmallado por su espectacular cola un ejemplar de tiburón zorro de gran tamaño. Más de doscientos kilos de escualo con una dentadura inquietante y grandes ojos adaptados a la visión en grandes profundidades. Y sobre todo, lo que le identifica es su aleta caudal, casi tan larga como el cuerpo, que en alta mar le permite, como gran depredador marino, agrupar y capturar a pequeños bancos de peces como la anchoa o la caballa, y pese a que su nombre no goza de buena fama esta especie concreta no cuenta a los humanos entre sus presas como alguno de sus primos más voraces.

Ejemplar

No es habitual la presencia de esta especie en aguas del Mediterráneo, pero tampoco tampoco resulta excepcional como atestiguan pescadores jubilados. "Mi padre había visto alguna vez algún ejemplar en 30 años de faena, pero nunca lo había capturado, y yo no lo había visto nunca", explicaba ayer el más joven de los Zaragoza mientras se afanaba en el despiece del tiburón en el puerto de Guardamar. Allí, están muy poco acostumbrados a saltar a tierra este tipo de capturas de gran tamaño, porque todos los barcos de su flota artesanal son de pequeñas dimensiones -alrededor de dos toneladas de registro bruto-, y tienen suficiente con muy poca infraestructura y con el abrigo de la desembocadura del río.

A escasa distancia

La captura se produjo a muy pocas millas de la costa, a trece o catorce metros de profundidad, muy cerca del lecho arenoso de la desembocadura del Segura, lugar más propio de langostinos que de tiburones. Y su hallazgo además de excepcional será algo rentable para unos pescadores que tenían previsto ayer su venta en la principal lonja de la provincia, la de Santa Pola. Unos dos euros por kilo. Aletas aparte.

Poco habitual a tan pocas millas de tierra

El tiburón zorro o "Alopias vulpinus", que es su nombre científico, es una especie propia de aguas tropicales, aunque su captura es relativamente frecuente en áreas de alta mar en el Mediterráneo -sobre todo en el Mediterráneo occidental al entrar por aguas del Estrecho- por parte de embarcaciones "marrajeras" especializadas en el palangre como técnica de pesca.

Embarcaciones que suelen centrar sus capturas en distintas especies de túnidos o de escualos de alto valor comercial tanto por su carne como por la comercialización de sus aletas para consumo humano al ser muy apreciadas en algunos platos de gastronomía o en la farmacopea oriental. No es frecuente sin embargo que su captura se realice tan cerca del litoral como ocurrió ayer en Guardamar del Segura, porque se alimenta de pescado azul y su hábitat natural se circunscribe a aguas más profundas -hasta los quinientos metros-. d. P. guardamar