Rescatar el "volante" firmado por el médico de familia para acudir a una puerta de urgencias es una de las medidas de recorte que propondrá la presidenta del Colegio de Médicos, Rosa Fuster, al conseller de Sanidad, Luis Rosado, para ahorrar en gasto sanitario.

La decisión se ha adoptado en el transcurso de cuatro reuniones en las que han participado las tres sociedades de médicos de atención primaria, las de especializada, representantes del Instituto Médico Colegial y de la Real Academia de Medicina.

Fuster declaró que excepto los casos de accidente o de urgencia vital, los ciudadanos que visitan una puerta de urgencias deberían llevar el denominado volante "P-10", que prescribe el médico de primaria al valorar el estado de salud e interpretar que requiere una asistencia urgente.

La aplicación de esta medida, que se mantiene en vigor aunque cayó en desuso hace años, supondría reducir las urgencias en más de un 50 %, según valoraron los médicos. "Esta- declaró Fuster- es la única manera de racionalizar el gasto en urgencias".

La presidenta del colegio de médicos instó a los gestores sanitarios a aplicar recortes de verdad y no tirar por las medidas fáciles como la de recortar un 5 % el sueldo a los funcionarios.

"Antes de llegar a eso habría que ver qué funcionarios sobran y qué órganos son redundantes", agregó la presidenta que apuntó directamente a las direcciones territoriales, -"innecesarias al tener las competencias traspasadas"- y al delegado del Consell.

Otras iniciativas son homogenizar el acceso de los médicos de primaria a los diagnósticos y establecer criterios de derivación de primaria a especializada.