Una excajera de Forever Young ha contado hoy que todos los empleados de esta tienda incluían las prendas adquiridas por Francisco Camps y Ricardo Costa en la cuenta de pago de Álvaro Pérez "el Bigotes", porque sabían "que todos eran los mismos".

María Calero, que declara como testigo ante el jurado que juzga al expresident de la Generalitat y al ex secretario general del PPCV, ha recordado que los acusados nunca le pagaron en efectivo.

La primera vez que vio a Camps, éste se acercó hasta la caja para darle la mano y no para abonar el traje que se estaba llevando, ha testificado. Según ha contado, "el Bigotes", director de Orange Market, filial valenciana de la trama "Gürtel", tenía una cuenta abierta en la tienda en la que se iban apuntando sus prendas y las de otros, entre ellas las de Camps y Costa.

Al expresident lo recuerda varias veces en la tienda, aunque nunca se preocupaba por él: "Sinceramente, sabía que no iba a venir a la caja".

El primer día que lo vio en Forever Young, el entonces president se acercó hasta la caja: "Pensaba que iba a pedirme el tique o a pagarme, pero sólo vino a darme la mano y decirme 'gracias'. Yo no sabía quién era y me quedé cortada, tuve que preguntar a quién había saludado".

UN 'HACKER' PIDIO LOS TICKETS

En la sesión de esta mañana, la contable de Forever Young ha atribuido hoy a "un hacker" el envío de un correo electrónico desde su dirección al responsable del sistema informático de la empresa para que modificase tickets de venta a nombre de Francisco Camps y que figurase en su lugar el nombre de Álvaro Pérez.

En su declaración, Raquel Vázquez ha negado haber realizado esta petición a instancias de Eduardo Hinojosa (propietario de Forever Young), como ha preguntado la Fiscalía, y ha afirmado no haber mandado ese correo.

"Me entró un hacker en el ordenador. Tengo un acta notarial, esos correos los ha podido manipular cualquiera", ha señalado esta testigo, quien no presentó denuncia por estos hechos.

Entre los correos que la testigo dice que fueron manipulados, según las acusaciones se incluyen números de tickets, importes y fechas de compras que al parecer fueron realizadas por los procesados.

La supuesta manipulación de su ordenador no ha sido investigada, según la testigo, quien ha afirmado que la Policía no le ha requerido el terminal para realizar ninguna comprobación.

Esta testigo colaboró, por requerimiento judicial, en la búsqueda de facturas y tickets de compra atribuidos a las empresas de la trama.

La fiscal Concepción Sabadell le ha preguntado si comprobó que las facturas atribuidas a "Camps nuevo cliente" correspondían al expresident de la Generalitat, a lo que ha respondido que, pese a que este nombre aparecía también en las facturas de la empresa de confección (Sastgor), no sabe si "es o no real".

Según la Fiscalía, al hilo de este requerimiento la testigo afirmó sobre las facturas atribuidas a Francisco Camps que "con total seguridad se trata de un cliente diferente, con el mismo apellido y distinto nombre".

"Había otro cliente que se llamaba Javier Camp", ha indicado la testigo, quien ha reconocido que no comprobó si Javier Camp era un cliente de fuera de Madrid, donde se ubica Forever Young.

"¿Sigue usted manteniendo que 'Camps nuevo cliente' es con total seguridad un cliente nuevo o Javier Camp?", ha preguntado la fiscal y más tarde la acusación popular, a lo que la testigo ha respondido que "puede ser, no lo sé con total seguridad" y que "a lo mejor ahora no".

La contable de Forever Young ha explicado que "(Rafael) Betoret solía encargar camisas y pagar en efectivo" y que "por el testimonio de otras compañeras" sabía que Camps había estado en la tienda.

A preguntas de la defensa de Camps ha asegurado que en Forever Young "no había ficha de cliente a nombre de Francisco Camps", pero sí a nombre "Camps, nuevo cliente".