La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, y la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, arroparon ayer personalmente al expresidente de la Generalitat Francisco Camps al asistir por primera vez como público al juicio en el TSJ por la causa de los trajes causa de los trajesen la que Camps y su exnúmero dos, Ricardo Costa, están acusados de un presunto delito de cohecho pasivo, y comer con el exjefe del Ejecutivo en las dependencias del Consejo General de la Abogacía, en el Palacio de Justicia.

Barberá, Castedo y Rus se acercaron hasta el TSJ sobre las 14.15 horas durante el receso que acordó el magistrado-presidente de la causa, con el fin de comer con Camps. A las 16.30 horas, los tres, junto con el resto del público asistente, esperaban en uno de los pasillos próximos a la sala donde tiene lugar el juicio para asistir a la vista. Al empezar la sesión, entraron al proceso durante cinco minutos. Entre el público se encontraba también el concejal de Residuos Sólidos y Limpieza de Valencia, Ramón Isidro Sanchis, familia de Camps.

El caso Emarsa

El gesto de respaldo a Camps por parte de estos dirigentes se produce en el contexto del runrún de malestar cada vez más visible entre sectores del partido con la gestión del actual presidente del PPCV y de la Generalitat, Alberto Fabra. El ambiente de descontento en algunos sectores arrinconados por Fabra se ha acrecentado tras la decisión del líder popular de avalar la creación de una comisión de investigación del caso Emarsa en las Corts, un asunto que conlleva un quebradero de cabeza para los dos primeros. Castedo está afectada por el caso del PGOU de Alicante. Fabra se siente libre de ataduras para tomar decisiones sobre estos asuntos sin servidumbres del pasado. Con todo, las críticas van más allá y le reprochan una supuesta inacción. Como ejemplo, se cita la escasa promoción de los bonos patrióticos, implicando a la sociedad civil en ellos, máxime teniendo en cuenta lo que se jugaba el Consell.

Sorprendentemente, el respaldo a Camps ha unido a Barberá y Rus, hasta ahora rivales internos irreconciliables. Durante el encuentro se comentó la situación del partido en la hipótesis de una absolución de Camps, y el futuro de éste. La alcaldesa ha defendido que el exjefe del Consell debería regresar a la política si él lo desea, mientras que Rus ha matizado que la vuelta atrás es inviable. Barberá y Rus ya se reunieron hace dos semanas.

La alcaldesa dice que el exjefe del Consell está "magnífico, en plena dignidad"

Poco antes de las cinco de la tarde, y aprovechando el primer receso en el juicio tras el cambio de testigo, Barberá, Rus y Castedo abandonaron la sede del TSJCV y solamente la alcaldesa de Valencia contestó brevemente a los medios de comunicación a la pregunta de cómo ha visto a Camps: "Magnífico, en plena dignidad".

Desde que se inició el juicio por la causa de los trajes, Camps ha sentido la soledad del partido, aunque algunos dirigentes sí han acudido a darle su respaldo. Además de los citados, que fueron ayer por primera vez, han asistido como público para arropar a Camps el presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, quien le hizo de chófer el primer día; el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia, Miquel Domínguez; la directora del IVAM, Consuelo Ciscar; el portavoz del PP en la Cámara, Rafael Blasco; y los exconsellers Trinidad Miró, Belén Juste y Mario Flores.