El Partido Popular se echó ayer atrás en su intención inicial de retirar del callejero de Castelló cuatro nombres vinculados con el franquismo. Su cambio de opinión estriba concretamente en la plaza Ramón Serrano Súñer, ya que su figura, según achaca el PP, no fue incorporada a la nomenclatura municipal en la dictadura sino en la etapa del gobierno del popular José Luis Gimeno, y parece que el exprimer edil, quien acudió en 2003 a las exequias del ex ministro de Asuntos Exteriores de Franco y filonazi, ha presionado para corregir la posición de sus correligionarios.

El PP se desmarcó ayer de la moción que consensuó el lunes en la junta local de portavoces con el PSPV, Bloc y EU, que proponía la sustitución de cuatro calles rotuladas con prebostes franquistas (Santos Vivanco, Martín Alonso, Blasco Vichares y Serrano Súñer), de acuerdo con la Ley de Memoria Histórica. Era la primera vez que el PP daba su visto bueno a una iniciativa de estas características. Los grupos de izquierda aceptaron las exigencias planteadas por los populares para conseguir su voto afirmativo, como la exclusión del texto de los cargos de los dirigentes franquistas. La adhesión popular sorprendió porque entre el callejero señalado aparecía la plaza Ramón Serrano Súñer, que fue nombrada en los primeros años de la década del 2000 por el que fuera alcalde de Castelló, José Luis Gimeno.

Ruptura vía telefónica

El portavoz del PP, Miguel Ángel Mulet, informó ayer por teléfono a los portavoces de PSPV, Bloc y EU de su voto negativo, según explicaron los representantes de la oposición, quienes señalaron que el concejal popular alegó que no podían bendecir el cambio en la plaza Serrano Súñer porque se había rotulado en la democracia. A pesar de que su desacuerdo se circunscribía al exministro de Franco, el PP también rechazó la retirada de los otros tres nombres. Mulet se limitó a decir a este diario que votarán que no a la moción en el pleno de hoy por diferir en «la forma» en la que se ha presentado.

El grupo socialista consideró que detrás de la rectificación del PP se encuentra José Luis Gimeno. El actual consejero delegado de Castelló Cultural, que permaneció de alcalde de Castelló de 1991 a 2005, asistió el 2 de septiembre de 2003 en Madrid a la capilla ardiente de Serrano Súñer, quien murió un día antes a los 101 años de edad, y publicó en los medios de comunicación, en nombre del Ayuntamiento de Castelló, una esquela en honor del mismo. Gimeno manifestó entonces a Levante de Castelló que «al margen de su trayectoria personal, que ya fue juzgada por la historia, Ramón Serrano Súñer estuvo vinculado a Castelló, donde estudió bachillerato y tuvo relación en el ámbito económico social». El dirigente franquista, además de una plaza, mantiene los cargos concedidos en la dictadura de Hijo Adoptivo y Alcalde Perpetuo de Castelló.

«El PP está bajo sospecha»

El portavoz adjunto del PSPV, Pep Grau, afirmó que «mientras el PP no corte los lazos que le atan a ese pasado tenebroso , su compromiso pleno con la democracia estará bajo sospecha» e instó a los populares a acatar la Ley de la Memoria Histórica, «porque, de lo contrario, está respaldando un periodo histórico en el que centenares de miles de españoles fueron exterminados por la única razón de defender unas ideas».

A juicio del portavoz del Bloc Nacionalista en Castelló, Enric Nomdedéu, «poner un nombre de un filonazi a una plaza de la ciudad es como mínimo inmoral, y no quitarlo es ahora ilegal», mientras la concejala de Esquerra Unida, Carmen Carreras, lamentó que el PP rompa el acuerdo de la junta de portavoces y acusó al ejecutivo local de «no querer cumplir la Ley de Memoria Histórica».

Recerca estudia llevar al PP de Castelló a los tribunales

El Grup per la Recerca de la Memoria Histórica expresó ayer su malestar por el cambio de postura del Partido Popular con el callejero franquista y advirtió que estudiará si la negativa del PP «la llevamos a la justicia» por incumplir la Ley de Memoria Histórica. El portavoz de Recerca, Joan Pinyana, aseguró que insistirá «en que se retiren de la nomenclatura los vestigios franquistas». Esta asociación ha sido la promotora de la moción que hoy debatirá el pleno. Quedan una quincena de nombres franquistas y la corporación municipal iba a proponer hoy la eliminación de cuatro, cosa que al final no sucederá por el veto de los populares. Los grupos de la oposición vienen presentando desde hace varios años propuestas en este sentido, sobre todo desde 2007, cuando el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Memoria Histórica. Todas han sido tumbadas por el PP con el argumento de que Franco ya murió y no toca remover el pasado. Esta norma obliga a la retirada de «los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura». Y el PP rechaza la moción de hoy por incluir un nombre incorporado en el callejero en la democracia como Ramón Serrano Súñer, uno de los dirigentes más controvertidos del franquismo. Fue ministro de Exteriores de 1940 a 1942 y un firme defensor de la Alemania nazi. Fue impulsor del encuentro de Franco con Hitler en Hendaya y creador de la División Azul, y se le considera el inductor del asesinato de Lluís Companys.