El informático de Forever Young Francisco Ferre aseguró ayer en el juicio contra el expresidente de la Generalitat y Ricardo Costa que su empresa le obligó a borrar tres ventas de trajes a nombre de Camps un mes después de la operación policial contra el entramado Gürtel. Ferre explicó que le indicaron que cambiara el nombre de Camps por el de Álvaro Pérez "El Bigotes". El testigo explicó que de Ricardo Costa no le solicitaron nada.

Francisco Ferre precisó que la contable de Forever Young Raquel Vázquez le pidió el 18 de marzo de 2009 que modificara dos tickets de compra en los que ponía "Camps" para que constaran como del cliente "Alv. Pérez" porque "había un erro". El informático declaró que los responsables de la tienda lo habían intentado hacer por su cuenta sin éxito.

"Me pidieron que les ayudara y me costó unos días. El lunes 23 de marzo de 2009, le dije a Vazquez -la contable- que además de los dos tickets había otros cinco a nombre de Camps y me dijeron que modificara tres en total", añadió. Francisco Ferre precisó que "la modificación consistía en cambiar el número de cliente de Camps, el 394, por el de Álvaro Pérez, el 571. Estaban pendientes de los cambios Hinojosa (el propietario), la contable y el abogado del dueño. Al final cambié los tres tickets". El testigo señaló que las órdenes se las dieron por correo electrónico.

El jurado pudo ver uno de los recibos que presuntamente estaba a nombre de Camps y que fue modificado para que apareciera como de Álvaro Pérez. En el recibo aparece tachado los datos del cliente y el informático aseguró que también ponía el nombre de Camps. Francisco Ferre señaló que entregó los mensajes electrónicos a un abogado para que los aportara a la Fiscalía ante el temor de que los responsables de la empresa lo tergiversaran todo y lo utilizaran en su contra.

El testigo también afirmó que entre diciembre de 2010 y enero de 2011 le enviaron tres mensajes electrónicos desde la cuenta de correo de la contable Raquel Vázquez para que informara si era posible modificar la base de datos de la tienda. La contable negó hace dos días haber enviado los correos y aseguró que un "hacker" se había metido en su ordenador y los habría mandando. El informático considera que no tiene sentido la versión de la contable. "Yo sabía que querían utilizarlo para defenderse de las acusaciones del sastre" contra Hinojosa por intentar destruir pruebas, añadió. El testigo admitió que contestó por correo electrónico: "Mi madre. Imposible. Si firmo esto marcho al trullo".

El abogado de Camps, Javier Boix, solicitó al presidente del tribunal que ordene un careo entre la contable Raquel Vázquez y el informático para que aclaren las contradicciones entre los dos. La principal diferencia entre los dos es que Raquel Vázquez continúa trabajando para Eduardo Hinojosa y el informático se despidió hace un año.