Entre el alud de tecnicismos farragosos que inundaron ayer la sala de vistas del juicio de los trajes en la primera sesión de la fase pericial, sobresalió un detalle muy fácil de apreciar incluso para los más legos en materia jurídica: los casi siempre indignados y protestones Francisco Camps y Ricardo Costa, así como sus letrados, no paraban de asentir, sonreír y hacer signos de estar recibiendo la razón ante la declaración de los tres peritos sometidos a interrogatorio. Ésa fue la sensación general: las defensas se anotaron un tanto.

En primer lugar, por la declaración de la parte en teoría más hostil: los dos peritos de la Agencia Tributaria que redactaron el informe de la Fiscalía. Aunque el Ministerio Fiscal y la acusación popular los intentaron llevar más allá, ambos peritos no se movieron de su tesis: "no" han podido llegar a "conclusiones inequívocas" sobre el pago de los trajes por la falta de documentación y las discrepancias halladas en la misma. Más claro todavía: como el pago se realizó en metálico, "no se puede corroborar quién pagó los tiquets de los trajes". Así lo preguntó el abogado de Camps, Javier Boix, y así lo admitieron los dos peritos de Hacienda. "No podemos establecer inequívocamente [una correlación] entre prendas confeccionadas y vendidas", señalaron.Es decir: ni pueden acreditar que las pagó Camps y Costa, ni tampoco que las pagó la trama Gürtel.

Las sombras de inconsistencia de las pruebas que consiguieron forzar las defensas se extendió más aún con la declaración del tercer perito: Juan Carlos Torres Sanchis, quien elaboró -por encargo de Camps- un informe pericial favorable al expresidente. Ayer, ante el jurado popular, Torres Sanchis mantuvo con firmeza su postura al repetirla más de media docena de veces: "la documentación [de la causa] presenta muchas debilidades que no permiten fiarse de ella completamente" al ser "débil", "manipulable" y contener "errores". Como, por ejemplo, "facturas falsas, facturas con precios que no corresponden o apuntes pendientes de cobro ya pagados", sostuvo el perito de Camps.

Una "victoria" explicitada

Ante las preguntas incisivas y bien preparadas del letrado de la acusación popular, Virgilio Latorre, es cierto que Torres Llopis tuvo que dar algún paso atrás y admitir que la documentación de Forever Young contiene menos errores de los que él defendía. Sin embargo, hasta el final se mantuvo terco en la idea que quería trasladar pese a no poderla respaldar documentalmente, como le exigió la acusación. De hecho, el auditor de la defensa llegó a decir que "toda la trama es para generar dinero negro".

Hacia el final de la jornada, y como relamiéndose de la victoria, el abogado de Camps afirmó: "Nunca este letrado había visto semejante coincidencia entre los peritos de Hacienda y los de la defensa". Una frase rotunda para el jurado popular.

Hallan pagos en Forever que cuadran al céntimo con firmas de la trama

Una cosa es que no se pueda inferir de forma "inequívoca" quién pagó los trajes, y otra muy distinta es que no haya datos. Los peritos de la Agencia Tributaria declararon ayer que habían detectado, en la contabilidad de la tienda Forever Young, dos recibos por cinco trajes a medida: uno a nombre de Álvaro Pérez, "El Bigotes", que controlaba Orange Market, con un importe de 6.637 euros, y el otro bajo la inscripción "Camps nuevo cliente" y un importe de 2.860 euros. La suma de estas dos cifras coincide "al céntimo" con una transferencia efectuada por Diseño Asimétrico y Servimadrid -otras dos empresas de la trama Gürtel- por una cuantía total de 9.497 euros.

El perito de la defensa no compartió este hecho porque se deducía de "referencias manuscristas" que no pueden ser verificadas, en su opinión. De hecho, Torres Llopis mostró sus dudas sobre la veracidad de unos documentos aportados por Forever Young donde figura el nombre de Camps. "Puede dar la sensación de que ha habido un borrado y un reescrito con un nombre encima, como con 'tippex', porque la línea no es continua", insinuó p. cerdà valencia