La Conselleria de Sanidad no prevé reforzar los servicios de Oftalmología de los hospitales públicos para asumir las 7.000 intervenciones de cataratas que anualmente se hacen en las clínicas privadas del plan de choque y que a partir de ahora se realizarán en los mismos centros hospitalarios y con el mismo personal, según anunció ayer el departamento que dirige Luis Rosado.

La supresión de la cirugía oftalmológica de las clínicas privadas de la Comunitat Valenciana tendrá que reportar un ahorro de 9 millones de euros a las menguadas arcas de la Conselleria de Sanidad y forma parte del decálogo de ajuste presupuestario que contempla dejar de gastar 440 millones este año solo en el área sanitaria, prácticamente la mitad de los 1.057 millones que el presidente Alberto Fabra necesita recortar este año.

La estrategia de la conselleria de no incrementar la plantilla de cirujanos no convence a los oftalmólogos, que sostienen que para intervenir a siete mil personas más en un año tendrán que contar con más medios humanos para poder mantener abiertos los quirófanos las 24 horas del día si fuera necesario.

Sin embargo, la Administración tiene muy claro que por ahí no van a ir los tiros.

Lo primero que se va a hacer es sacar de la lista de espera a los pacientes que tengan un episodio de cataratas de los que se consideran «incipientes». Esto es lo que eufemísticamente se denomina «disminuir la variabilidad de los criterios de inclusión», que supondrá dejar fuera de quirófano a los pacientes que eran operados al presentar un déficit de visión y que ahora entrarán en el quirófano cuando estén prácticamente ciegos.

Pero antes de aplicar esta tajante medida, la conselleria tendrá que definir un protocolo de intervención, que hasta ahora no existe, para definir cuál es el umbral de pérdida de visión que se recomienda para operar. En el documento habrá que considerar la profesión y ocupación del afectado, porque no tiene los mismos efectos una catarata incipiente en un conductor de camión que en una persona de vida sedentaria.

Para absorber los 7.000 pacientes de la privada, la conselleria quiere que todos los servicios de Oftalmología operen el mismo número de casos, que en la actualidad, varían entre cinco y siete por parte quirúrgico, para igualar al alza el número de pacientes intervenidos a diario y lograr una eficiencia similar en los centros.

Todos los hospitales de la red pública, incluidos los de concesión administrativa, y la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo (FOM) operarán a pacientes de lista de espera.

La conselleria estima que para asumir las siete mil intervenciones que se hacen en las clínicas del plan de choque, los equipos quirúrgicos deben realizar entre una y dos intervenciones más al día o un parte quirúrgico extra a la semana a través del autoconcierto, que supondrá el pago de horas extraordinarias a los profesionales.

Sanidad sostiene que de esta manera se optimizarán todos los recursos existentes en la Comunitat Valenciana de forma «equitativa y homogénea».

Paralelamente a reducir el coste de las intervenciones (750 euros de promedio en la privada, solo la cirugía), el plan de ajuste que el jueves anunció el vicepresidente José Ciscar también contempla rebajar el precio de las endoprótesis que se utilizan en este tipo de intervención en 8,2 millones (junto con las de Cardiología y Traumatología) y unificar los modelos en cinco o seis.

Las clínicas operan muchos casos de «californiana»

Uno de cada seis pacientes en lista de espera quirúrgica en la Comunitat Valenciana están pendientes de ser intervenidos de cataratas, según los datos de la Conselleria de Sanidad que cifran en 27.486 el número total de personas que llevan tres meses a la espera de entrar en un quirófano, 4.336 de los cuales son para recuperar la visión.

Oftalmólogos consultados por este periódico manifestaron ayer que sale mucho más económico operar en la pública que en la privada y que algunas clínicas intervienen demasiados casos de la denominada «catarata californiana», que es la menos avanzada.

Las mismas fuentes apuntaron que no todos los hospitales pueden tener el mismo rendimiento quirúrgico, ya que los que tienen docencia y médicos en formación como La Fe, el Peset, el Clínico, el General de Valencia y el de Alicante cuentan con un equipo extra de cirujanos que son los médicos en formación que pueden operar bajo la supervisión de un adjunto, con los mismos resultados.

Algunos especialistas se mostraron partidarios de la medida propuesta por la conselleria, sin que el incremento de casos por sesión quirúrgica vaya en detrimento de la calidad.

El estudio previo

Por otra parte, el catedrático de Oftalmología y presidente de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo (FOM), José Luis Menezo, manifestó ayer a Levante-EMV que en una intervención de cataratas lo que lleva más tiempo es el estudio previo que hay que hacer para conocer cual es la lente más adecuada para cada paciente. El coste de una intervención de cataratas se diversifica en dos partes: el precio de la lente que se implanta al paciente, que siempre corre a cargo de la conselleria (dentro del capítulo de las endoprótesis) y el de la intervención en sí, que es el que cuesta 750 euros de media en la privada.

Menezo indicó que en una mañana se pueden operar entre 25 y 30 casos de cataratas y por la tarde, otras tantas, ya que una intervención de este tipo suele durar unos quince minutos.

La FOM dispone de siete quirófanos y una plantilla de quince especialistas.

Lo que temen algunos de los profesionales de este centro es que con el plan de ajuste la conselleria reduzca a la mitad el precio que pagaba por este tipo de intervenciones, manteniendo la misma demanda.