El principal desafío de los militares valencianos para este 2012 no será tan peligroso como una misión bélica, pero estará relacionado con la economía de guerra. Según manifestó ayer el teniente general Rafael Comas, jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de la OTAN en Bétera y representante institucional de las fuerzas armadas en la Comunitat Valenciana, "sacar el máximo partido de los recursos disponibles va a ser, sin duda, nuestro mayor reto para este año". En su primer discurso en la Pascua Militar, pronunciado ante la cúpula del Ejército valenciano en la Capitanía General, el teniente general Comas Abad advirtió a los soldados de que "el control del gasto y el establecimiento de prioridades, manteniendo siempre en primer lugar la preparación de la Fuerza, serán nuestra guía en estos tiempos de dificultades económicas".

Y no es pura retórica. También el Ejército se ha visto abocado a los ajustes. El máximo responsable del cuartel de Bétera recordó que la Dirección General de Asuntos Económicos del Ministerio de Defensa ha reducido en un 4,07 % las dotaciones para gastos corrientes en 2012, aunque el recorte podría ser todavía mayor. Como también la disponibilidad de crédito será menor de lo esperado, el Ejército se encuentra ante "el escenario más restrictivo de los barajados hasta la fecha". Eso es un "problema", reconoció Comas a los periodistas al término del acto, y por ello "habrá que dejar de hacer algunas cosas más accesorias y centrarse en la preparación de la Fuerza para las operaciones, que es al final la acción más demandante que tiene el Ejército".

A pesar de las estrecheces a las que obligará la crisis, 2012 será un año clave en la rama valenciana del Ejército. Según dijo Comas, siguiendo las instrucciones fijadas por la OTAN (el Nuevo Concepto Estratégico de Lisboa 2010), el cuartel general de cuerpo de despliegue rápido de la OTAN radicado en Bétera realizará este año "una transición" para "ser capaces de establecer, en rotaciones anuales, un cuartel general conjunto para el mando y control de operaciones conjuntas, predominantemente terrestres". Antes de los atronadores vivas a España, al Rey y a las fuerzas armadas y el posterior brindis, el teniente general Comas Abad quiso manifestar "la inquebrantable adhesión y fidelidad" al Rey de todo el Ejército.