"La verdad es que en el hospital se come bien, yo que soy muy puntilloso con la comida casi nunca tengo problemas porque puedes elegir de todo", comentaba ayer por la mañana un paciente hospitalizado en la planta 6 del hospital La Fe de Valencia antes de saber que esta podía ser una de las últimas veces que escoge lo que prefiere comer.

La elección de los distintos platos en los menús para hospitalizados tiene los días contados. Es cuestión de tiempo que se adopte la nueva medida de servir un menú único en los hospitales públicos. Se trata de uno de los recortes en Sanidad que permitirá ahorrar hasta siete millones y medio de euros a la Conselleria.

Hasta ahora, a los pacientes ingresados, aquellos a los que se les permite comer todo tipo de alimentos, se les dejaba una hoja por la mañana donde ellos marcaban sus preferencias en el menú del día siguiente, que consta de cuatro comidas: desayuno, comida, merienda y cena.

Por ejemplo, para la comida en el menú de hoy el nuevo Hospital La Fe daba ayer a elegir entre alubias estofadas, sopa de pescado o sopa de ave de primer plato. Para el segundo plato, hay tortilla de atún con queso manchego y ensalada de lechuga y tomate, o ternera con salsa y ensalada, o jamón con queso y ensalada. Y, por último, para el postre se puede escoger entre fruta del tiempo, yogur o natillas de vainilla. Además de la comida y la cena, los desayunos que se les ofrecía a los hospitalizados también eran muy variados y se podía elegir entre leche sola con café o cacao, tostadas con mermelada o aceite, galletas y fruta.

Así pues, a raíz de la crisis, los llamados "menús a la carta" empezarán a desaparecer y se servirá un menú único básico para todos los pacientes en todos los hospitales, excepto para aquellos que a causa de sus patologías necesiten un tipo de dieta específico. Aquellos pacientes que deseen tener un menú alternativo podrán optar a él pagando la diferencia con el básico.

Muchos de los hospitalizados coinciden al reconocer que la cantidad de alimentos, tres platos en cada comida, es excesiva y supone un derroche de recursos. "De alguna forma se tiene que ahorrar" comenta otra paciente de La Fe. "La verdad es que ponen mucha comida. Yo por las noches dejo casi toda la bandeja. Ni en mi casa como tanto".

Los trabajadores del hospital La Fe ya son conscientes de que en un periodo corto de tiempo desaparecerán los menús a la carta y a los pacientes, por su parte, ya no les queda otro remedio que aceptar resignados la nueva medida de ahorro.