Los populares valencianos comenzaron ayer a rearmar su discurso para defender unos recortes que, en algunos casos, suponen una rectificación en toda regla a la que ha sido la política del Consell de los últimos 16 años. Tras cuatro días de silencio, ayer varios diputados y dirigentes políticos salieron en defensa de las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fabra. La reacción fue en todo caso tímida sobre todo si se compara a cuando en otras épocas desde Presidencia de la Generalitat se tocaba a rebato para arropar las decisiones del Ejecutivo. El portavoz del grupo parlamentario popular, Rafael Blasco, fue de los primeros en salir al adelantar el respaldo de sus diputados al decreto ley, ya que la "realidad económica necesita de pasos decididos" como los dados por Fabra. La situación, dijo, "obliga a todo el mundo a apretarse el cinturón, lo que incluye a los trabajadores, empresarios y las familias y por supuesto a la Administración valenciana, que ya está dando los pasos precisos". Por su parte, el portavoz adjunto del grupo popular, José Mari, contestó a la oposición al calificar de "desconcertante" que el PSPV "intente dar clases de economía y de responsabilidad cuando su partido es el que ha llevado España a la ruina".

En defensa de Fabra salió también el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, quien afirmó que el presidente "trabaja sin descanso desde el minuto cero por la C. Valenciana". Y es que la petición de comparecencia de Fabra en las Corts para explicar las medidas fue objeto de rifirrafe político. El PSPV afeó a Fabra que haya pedido comparecer ante la Diputación Permanente, lo que implica dar la cara ante un foro reducido de 19 diputados. La oposición reclama un pleno extraordinario al igual que Rajoy hará hoy en el Congreso para explicar sus medidas.