El alcalde de Morella, Ximo Puig, vive en estos días precongresuales en la equidistancia entre tres vértices de un triángulo amoroso: sus afines en el PSPV, que le presionan para que se presente a secretario general en el congreso de país contra Alarte; la candidata a liderar el PSOE, Carme Chacón, que le ha confiado la recolección de apoyos en la federación socialista valenciana y el propio Alarte.

Este último tiene ante sí el reto de mantener la alianza que selló con el alcalde de Morella en las primarias autonómicas, cuando, para garantizarse ser candidato a la Generalitat, cambió con Puig y el neolermismo paz por territorios, esto es, puestos en las listas. Primero en las candidaturas a las Corts y luego en las generales. Alarte intentará a toda costa que el amago de Puig de presentarse al congreso de Alicante no se consume. Y para ello se esforzará en desplegar unas dotes de integrador que, por tomar conciencia de sus errores al frente del partido y, sobre todo, de su debilidad, ha cultivado desde las citadas primarias y, especialmente, desde la debacle electoral del 22-M.

En la elección de delegados del PSPV al congreso de Sevilla el 21 de enero, Alarte y Puig están resueltos a pactar el reparto. Los dos tienen interés en no consumar ninguna fractura. Ambos predican que los socialistas valencianos han de sacar rédito de la debilidad general del PSOE para ganar peso en Ferraz. Si vence Chacón, Puig ocupará un lugar destacado en la dirección federal. Y si se impone Rubalcaba, también. Alarte lo apadrinará y el hoy candidato a secretario general federal apostará por la baza integradora. En ese escenario, el congreso de país se encarrilaría a favor de Alarte. En caso de imponerse Chacón, al hoy inquilino de Blanquerías se le complicaría evitar que alguien afín a Puig le presentara batalla. Esto es, que se revalidara el congreso de 2008 pero con el inconveniente para Alarte de que sectores como el que lidera Leire Pajín difícilmente volverían a estar con él. Actuarían a favor del viento de Madrid y, de paso, ajustarían cuentas con Alarte. Con este horizonte por delante, Rubalcaba hará esta tarde su primera visita a Valencia como candidato a secretario general. El líder del PSPV será el primero entre los anfitriones, aunque nadie podrá grabarle ninguna declaración de apoyo explícito.

Eso sí, sus colaboradores han echado el resto para hacer una demostración de fuerza. Ha habido movilización de cargos públicos y militantes y se espera una masiva asistencia. Se espera hasta a Joan Lerma. El impulsor de la plataforma en favor de Rubalcaba, a punto de nacer, es Ángel Luna, vicepresidente de las Corts y presidente de la gestora socialista de Alicante.