En su primera comparecencia tras los últimos días de anuncios de recortes y en un ambiente enrarecido dentro del PPCV en torno al presidente Fabra, el líder provincial Alfonso Rus mostró su comprensión con las medidas, pero también evidenció su malestar por la forma en que se está gestionando el tijeretazo, al margen del partido.

"Cuando hay que hacer recortes se hacen porque hay que pagar a la gente y hay que dar la cara", expuso Rus antes de celebrar un almuerzo con el PP de l'Horta Nord en Alfara. Un acto con el que Rus retomaba sus almuerzos de los sábados, que no se producían desde antes del 20N y que permiten al líder provincial movilizar a sus alcaldes y afines -como Rafael Blasco o la referente juvenil Belén Hoyo- ante los congresos que se avecinan.

"Hay que dar imagen de austeridad. Hay que ser realistas y sobre todo cumplir con los compromisos que tenemos", insistió. Rus también se mostró comprensivo con la supresión de los grandes eventos, incluso con que peligre la Fórmula 1, algo que ha generado un evidente malestar en la alcaldesa Barberá: "La gente no entiende que no se le pueda pagar los bono libro y tengamos Fórmula 1. Ahora, hay un contrato firmado, habrá que ir a negociarlo y si en vez de dos años se hace uno, pues uno. Pero la gente no puede decir: 'Este señor no me paga y va con un Mercedes o un Ferrari conduciendo por ahí'. Eso es inentendible", sentenció.

Dicho esto, el presidente del PP de Valencia puso voz al malestar con Presidencia que expresan diferentes dirigentes en privado, ante lo que entienden que está siendo una gestión de la crisis en sintonía con los empresarios y dejando al margen a los líderes del partido.

"Cuando el presidente no nos informa la gente se queda descolocada. Dices: '¿Esto estará bien, mal?' No lo sabes. Pienso que nos informará el martes", apuntó Rus en referencia a la reunión de la Directiva que ha convocado Fabra para la próxima semana. "La autocrítica ya está haciéndola el Gobierno y el Consell y lo tendrán que explicar. Porque yo me he enterado por la prensa", insistió sobre los recortes.

El presidente de la Diputación evidenció el desconcierto de parte del PPCV e insistió en la necesidad de que Fabra se apoye en los líderes, "correa de transmisión" con la sociedad y los militantes, para gestionar la crisis. En opinión de Rus, la revelación hace unos días de un impago de la Generalitat con un banco alemán, algo por el que tuvo que interceder el Gobierno central, ha "desbordado" al Consell y ha motivado que se tomen medidas con "premura". "A lo mejor pensaba empezar a explicarlo antes al partido o a la ejecutiva", se aventuró.

Rus y Rita no van "contra Fabra"

Y aclaró: "No estoy enfadado. Lo único que quiero que a la gente se le expliquen las cosas para que nosotros podamos explicarlo a los ciudadanos. Yo soy dirigente y al partido le tengo que dar explicaciones. Es lo lógico que hay que hacer.[...] Ahora, yo hoy [por ayer] he leído que Presidencia se lo explicó antes a los empresarios que a los políticos. Yo pienso que esto no será de verdad, porque si es verdad ahí sí que puedo estar enfadado".

Por otro lado, Rus restó importancia a la estrecha relación que está tejiendo en los últimos días con Rita Barberá, y negó que estén coordinando un frente común contra Fabra dentro del partido. "Me reúno con Rita cuando ella lo cree conveniente y yo también. Somos amigos, no enemigos. Otra cosa es la asiduedad. Es lógico que tengamos que sentarnos, hablar de problemas. Pero ¿ir contra Fabra? Es una locura. No es verdad. Ahora, hay formas de hacer las cosas que entendemos que se pueden cambiar", dijo.

Al mismo tiempo, Rus defendió su espacio orgánico, en un contexto en que se ha interpretado el ascenso de María José Catalá a consellera como un primer paso para postularla como alternativa a Rus en el próximo congreso provincial. "Presionar a un presidente para que ponga a un secretario general o a un conseller no me parece justo. Es lógico que un presidente tenga que hacer sus cambios. En mi ejecutiva provincial he puesto yo al secretario general", señaló.

Finalmente, Rus lamentó la ausencia de consellers para apoyarle en las sesiones del juicio que se celebran estos días. "Si alguien del Consell no ha ido porque entiende que puede dañar su imagen, ya se apañará, eso no eran amigos, eran conocidos". Al TSJ "se puede ir por amistad o porque era el presidente del partido. Nadie me dijo que no fuera. Si alguien del Consell me lo hubiera dicho, hubiera ido. Es un tema de afecto personal".

Rus reivindicó su buena relación con el expresidente, incluso recordó su enfado el día de la Junta Directiva en que Camps dimitió. "Fui el único que no le aplaudí a Paco el día del entierro, porque no me llamó. Estaba enfadado porque yo me he roto la cara por él. Pero creo en él y mi obligación era estar allí (en el juicio). Lo ví, me sentí contento y él estaba exultante", concluyó.