El vicepresidente del Consell, José Císcar, estimó ayer que en dos meses la Generalitat estará "al día" en los pagos a sus proveedores. De hecho, señaló que el Ejecutivo autonómico está trabajando ya en un plan de pagos "porque en estos momentos es una de sus grandes prioridades".

José Ciscar, que realizó estas declaraciones a Radio 9, reconoció ser consciente "del mal que las administraciones están haciendo a los proveedores, porque están paralizando unas economías que deben funcionar", informó la cadena autonómica.

El vicepresidente cifró en 2.500 millones de euros la deuda de la Generalitat con los proveedores. Una cantidad que, según dijo, el Consell afrontará "porque el Ejecutivo central ha anunciado que aportará 420 millones de euros a la Comunitat en adelantos y por la apertura de una línea de préstamos ICO para las comunidades".

Ciscar concretó el calendario de pagos y avanzó que "lo próximo será la liquidación de los gastos de funcionamiento de centros públicos y concertados, libreros, universidades y farmacéuticos"

Por su parte, la consellera de Educación, María José Català, pidió "tranquilidad" a los docentes para que continúen desempeñando su labor a pesar de las "circunstancias coyunturales" y asegurado que en "10 días la normalización reinará en los centros docente y aproximadamente en los próximos meses volveremos a una situación de normalidad".

Mientras tanto, las patronales de colegios concertados están a la espera de que hoy se cumpla la promesa del Consell de que a día 20 cobrarían uno de los dos trimestre por gastos de funcionamiento que se les debe de 2011. Los colegios católicos advirtieron ayer, que de lo contario, tomarán medias de fuerza, y en la pública mantienen las movilizaciones.

Los sindicatos intentan ocupar varios centros

Delegados sindicales de las cinco organizaciones con representación en la función pública -CCOO, UGT, CSI-F, FSES e Intersindical Valenciana- y empleados públicos trataron ayer de "ocupar" las sedes de varias conselleries en el transcurso de una marcha por el centro de Valencia que reunió a cerca de doscientas personas. El primer intento se produjo en la Conselleria de Hacienda donde se lanzaron consignas contra el conseller José Manuel Vela. Las fuerzas de seguridad impidieron en esta ocasión que los sindicalistas entraran en el edificio, ya que se anticiparon cerrando las puertas de entrada. También a cal i canto se encontraron los manifestantes el Palau de Fuentehermosa, sede de Presidencia. En el edificio del registro de la Calle Juristas algunos sindicalistas lograron entrar y encerrarse en un despacho para pedir la dimisión de Vela. Los sindicatos exigen la derogación del decreto y quieren que el conseller se siente a hablar. El conseller a puesto como condición que cesen los insultos personales. Las movilizaciones irán en aumento. La semana que viene hay concentraciones todos los días.