Ni si ni no, sino todo lo contrario. El conseller de Sanidad, Luis Rosado, ni desmintió ni precisó la existencia de las 300 medidas del Plan de Mejora de la Eficiencia que ayer publicó en exclusiva Levante-EMV y con las que el departamento pretende ahorrar entre 500 y 400 millones al año.

El responsable sanitario que no pudo negar la existencia del documento al que tuvo acceso este periódico, que está en poder de todos los gerentes y sindicatos y del que dijo que era el resultado de "una tormenta de ideas", se limitó a decir que antes de que entren en vigor las medidas, las negociará con los sindicatos, aunque el extremo no es del todo cierto ya que algunas áreas (Castelló) ya han comenzado a aplicarlas.

Para quitar hierro a algunos de los recortes duros del Plan, Rosado insistió en que"solo" se van a poner en marcha "las once" medidas que anunció el vicepresidente Ciscar, para añadir a continuación que esos once paquetes de recortes se componen a su vez de 300 iniciativas.

El conseller realizó estas declaraciones en el hospital La Fe donde acudió a inaugurar el nuevo el servicio de Oncología Radioterápica que ha costado 17,3 millones de euros y que convertirá al centro en un referente internacional.

A su llegada, le esperaba en la puerta un grupo de sindicalistas que pidieron su dimisión y le escoltaron en sus trayecto de ida y vuelta al servicio mientras mostraban pancartas que decían: "No podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones a la vez".

No fue ayer un buen día para el conseller. A primera hora se reunió con los delegados sindicales quienes le anticiparon que no asistirían a la Mesa Sectorial, convocada para las doce, por estar disconformes con el orden del día que no recogía su petición de negociar las medidas de ajuste. "No queremos ser parte de esa farsa", declaró Arturo León de CCOO que agregó que el documento de las 300 medidas, "tiene vida propia y se ha aplicado desde el primer día".